—¿Hola?
—Hola Er, te quería preguntar si ¿quieres ir a comer hoy a la noche con Gael?- dijo Christopher al otro lado de la línea.
—Emm, claro ¿en donde?
—Yo los paso a buscar- sonrió a pesar de que Erick no lo veía.
—No te preocupes, ya haces mucho invitandonos. Dime dónde y nos encontramos- tenía miedo de que alguna forma Joel se enterará y no quería que se enojara aunque no estuviese haciendo nada malo.
—¿El McDonald's cerca del teatro?
—Claro ¿a qué hora?
—A las ocho ¿esta bien?
—Claro, claro. Nos vemos a las ocho, adiós.
No pudo evitar sentirse mal por aceptar y que Joel se fuera a enterar, porqué se iba a enojar. Pero acepto porqué sabía que no estaba haciendo nada malo.
Al las ocho se encontraron en el lugar acordado.
Mientras ellos comían y charlaban alegremente Erick no se imaginaba lo que sucedía en su casa.
La niñera de Gael al tener la noche libre se sentó en su cuarto a leer. Estaba muy concentrada en su libro cuando sintió la puerta de la casa abrirse.
Supuso que Erick abría llegado con su hijo, más no sintió voces cosa que la asustó mas prefirió pensar que el niño habría llegado dormido y Erick caminaba en silencio por no despertarlo.
Pero sus nervios se pusieron de puntas al escuchar un murmullo masculino, sin nada de acento cubano y para nada parecido a la voz de Erick.
Se acercó a la puerta, se agachó de forma que su ojo llegará a la cerradura y poder observar.
Un hombre alto con contexura física ni tan delgado ni tan grueso y músculos estaba parado en medio de la sala hablando por teléfono.
Definitivamente no era Erick.
No supo que hacer más que llamar a la policía.
—No hay nadie- observo.
—¿Seguro?- dijo al otro lado de la línea.
—Seguro, esta todo apagado y cerrado.
—¡Hijo de puta!¡Estoy seguro que fue con el amante y le dejo al niño a la niñera mientras el coge!- gritaba dando saltos por la ira.
—Joe... cálmate, no creo que haya sido asi- dijo tratando de calmarlo.
—¿Que pasa?- cuestionó el ojiverde para si mismo al ver la cantidad de policías en su casa- ¿Que pasa?- cuestionó a uno de los policías una vez que se bajó del auto de su compañero.
—¿Usted es el dueño de esta casa?- Erick asintió- se recibió una llamada indicando que un hombre estaba irrumpiendo.
—¿Q-qué?
—¿Podemos entrar con ustedes? Tal vez reconocemos al hombre- indicó Christopher con una suposición en su mente. El oficial asintió- en el auto hay un niño ¿que venga con nosotros o alguno de los suyos se puede quedar con el?
—Le voy a decir a un oficial con el- contestó- ¡Vamos!
Dos oficiales iban a la cabeza con armas, atrás Erick y Christopher cada uno con un policía al lado y atrás más policías.
En cuanto entraron a la sala de la casa lo interceptaron los dos primeros policías tirándolo al piso.
—¿Lo conoce?- cuestionó el oficial que estaba al lado de Erick.
—Erick... soy yo- gritó mirándolo suplicante- Joel me pidió que te viniera a buscar, mira ten- dijo ofreciéndole el celular que aún tenía en su mano.
—¿Dónde estabas hijo de puta?- gritó Joel al otro lado de la línea.
—Lo... lo conozco, déjenlo- pidió.
—La niñera esta abajo, le vamos a dejar al niño- informó el último policía en salir, el asintió.
—Te pasaste Joel- dijo con la voz quebrada alejándose de Christopher- ¡Te pasaste!¡Si yo no llegaba ponían preso a tu mejor amigo!
—¿Donde carajos estabas?- gritó de vuelta.
—Esto se terminó, ya me cansé- murmuró cortando la llamada.
—¡Hijo de puta!- gritó tirando el celular a la cama del hotel- ¡Hijo de puta!¡Hijo de re mil puta!- le dió un golpe al espejo que tenía en frente- ¡Hijo de puta!¡Esta me la va a pagar el y su jodido amante!