MY BLOOD [JULIANTINA]

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"You're facing down a dark hall
I'll grab my light, and go with you"

- My blood, twenty one pilots.

He estado enamorada de la misma chica por, aproximadamente, dos años.

Ella causaba cosas en mi en un segundo que ninguna otra persona podría haber causado en toda una vida. Me hacía sonreír como nadie, me hacía sentir especial, me llenaba de bonitas palabras, me apoyaba y sonreía aunque se encontrará mal. Ella estaba de mi lado incluso cuando cuando yo estaba mal.
Confiaba en mi y podría quedarme explicando con simples palabras lo compleja y hermosa que podía llegar a ser.

Y justamente eso es lo que haré.

Comencemos por su mirada, esa maravillosa mirada.
Cuando sus ojos miraban en mi dirección, sentía como millones de fuegos artificiales explotando en mi interior. Mi respiración se volvía pesada y mis latidos demasiado veloces, como si estuviese atravesando un episodio de taquicardia. Su mirada era algo que muchos obtenían, pero que pocos sabían apreciar; tal vez yo incluida.

Ahora, prosigamos con mi parte favorita: su sonrisa.
Cuando sonreía, debía admitir que me confundía. Me confundí porque no sabía si me alegraba mucho el hecho de verla feliz o simplemente estaba observando a un perfecto ser divino, magnífico e inalcanzable. Su sonrisa era tan encantadora que con tan solo pensar en ella los nervios se apoderaban en mí, mis manos comenzaban a temblar y los suspiros salían por si solos de mi boca, tal y como un niño cuando ve su dulce favorito o cuando práctica su afición predilecta.

Su cuerpo era escultural y fascinante.
No había parte de ella que no me gustará, ante mis ojos ella era un tipo de Diosa encarnada en un débil cuerpo mortal, pero vaya, que mortal tan increíble.

La amo, y sé que ella me amaba a mí.
El problema yacía en que solo me amaba como una amiga, esa clase de amiga incapaz de traicionarte.