MY BLOOD [JULIANTINA]

03

Se había hecho una nueva costumbre para Juls y para mí encontrarnos en el mismo lugar de siempre, a la misma hora de siempre. Sin excepciones, todos los días la hallaba en aquel columpio meciendose, observando la nada, perdiéndose en sus propios pensamientos mientras que yo me perdía en los míos.

Ella se veía ilusionada, y aunque sabía que no era por mí, me alegraba en cierto modo verla feliz. Adoraba que tuviera un motivo por el cual vivir.

- Él me gusta mucho, Val - me dijo, tan de la nada como usualmente.

Lamentablemente, yo había comenzado a acostumbrarme a tener que oírla hablar de otras personas, y estaba bien con ello. Yo era feliz con el simple hecho de escuchar su voz, ver su sonrisa y robarle unas cuantas risas.

- Hoy nos besamos.

Trague en seco, observando con gran interés el césped. Hice lo posible por no imaginarme esa escena, más mi subconsciente me traicionó.
Últimamente mi mente solo me lleva de mal en peor.

- Entonces si le gustas...- susurré con lágrimas en los ojos - Felicidades, Juls.

- Aún no me felicites - dijo ella - Felicítame cuando sea mi novio - añadió con palpable orgullo - ¿Debería presentártelo?, ¡Es que de verdad es tan guapo!, ¡Te lo juro!

- No creo que sea necesario...- No quería torturarme a mi misma al verla con otra persona - Sólo... háblame de él y mantén esa ilusión en ti. Yo estoy bien si sé que tú estás bien.

Juls, a pesar de ser sociable y tener un montón de amigos, siempre fue una persona solitaria. Sus intereses eran muy diferentes a los típicos de cualquier otra chica de su edad
Tal vez por esa razón fue que cai tan profundamente enamorada de ella.

Me había dado un lugar en su vida que no se atrevió a darle a alguien más.
Era yo la afortunada de poder hablar todos los días con ella. Era yo quien conocía sus secretos, sus deslices, sus decepciones, sus propósitos, sus expectativas, - las cuales, muchas de ellas, compartímos juntas -.
Era su mejor amiga, hermana, consejera, cómplice y quién sabe cuántas cosas más.

Lo cierto es que quería pensar que yo fui todo para ella, así como los fue todo para mí.