MY BLOOD [JULIANTINA]

06

— ¿Cómo has estado,Valentina?

Me encogí de hombros, observando silenciosamente su proceder.
No sabía bien que éramos, yo diría que amigos. Cada vez que lo veía portaba una bata blanca y su expresión siempre estaba abarrotada de serenidad.

— Muy bien,gracias. ¿Y usted? — él sonrió, arrastrando por el escritorio una taza a la que previamente le había puesto té. La tomé con manos temblorosa y bebí del líquido, haciendo caso omiso al hecho de que se encontraba hirviendo.

— ¿Muy bien? — quiso confirmar. Yo asentí — ¿Eso quiere decir que te sientes bien?

— Yo diría que si...— respondí dudando. No entendía a que iba todo eso.

— ¿Has estado tomando tus medicinas? — ¿Medicinas? — Me alegra que te sientas bien, pero no muestras avances significativos, Valentina.

¿Exactamente a qué se refería?
¿Que medicina?, ¿Que avances?.
¿Quien era él?. Él interrumpió mi posible beso con Juls sólo para decirme este tipo de cosas sin sentido.

— ¿A qué se refiere? — él resopló con resignación. Segundos después, sonrió — No entiendo...

— ¿Que estabas haciendo allá afuera? — cambio de tema radicalmente confundiendome aún más — Te veías feliz.

Y entonces recordé a Jul. Recordé que por poco me besa y recordé que era posible aquello de que yo, probablemente comenzará a gustarle. Recordé su sonrisa, sus ojitos brillantes y esa mueca de alegría que tenía al verme.

— Estaba con la chica que me gusta.

— Con la chica que te gusta...— replicó. Posteriormente, anotó unas cuantas cosas en una especie de ficha que se hallaba en el escritorio — ¿Que te dijo?, ¿Que hicieron?

No entendía el motivo, pero me ví en la necesidad de calmar sus dudas, a pesar de ser algo relativamente privado y propio. Aparte de eso, también quería compartir con alguien mi dicha, y él parecía ser una excelente persona.

— Me iba a besar, pero usted nos interrumpió — dije de inmediato — Estuvimos jugando, y eso fue todo.

— Te iba a besar y estuvieron jugando — anotaba mientras hablaba — Vaya, eso es nuevo.

— ¿A qué se refiere? — fruncí el celo, desorientada.

— No es nada — hizo un ademán con su mano, reduciendo importancia a lo dicho. Guiño su ojo y se puso de pie con la hoja en la mano, la cual le entrego a una chica vestida completamente de blanco — Toma tus medicinas y pórtate bien, chica. Sé que si pones un poco más de tu parte, lo vas a conseguir — palmeó mi hombro y yo tomé eso como señal para pararme e irme.

¿Que mierda había sido eso?