No entendía muy bien el porqué, pero se había hecho costumbre para mí ir al parque todos los días a la misma hora.
No era un lugar que me gustará mucho, ya que había demasiado ruido; gente gritando, adolecentes corriendo y otros tantos que iban de un lado a otro como si tuvieran una especie de enfermedad mental. Sin embargo, no quedaba otra opción al ser la zona verde más cercana.Suspiré, rozando con la yema de mi dedo índice las diminutas rosas que iban floreciendo en uno de los tantos espacios verdes.
El sol estaba en su punto más alto y yo, sin motivo aparente, me hallaba feliz y entusiasmada.Mis emociones s intensificaron tras notar a la dueña de mis suspiros meciéndose suavemente en uno de los columpios dispersos por el área. Así que, sin pensarlo dos semanas veces, fui corriendo hacia allá; tan pronto llegue, tome asiento en el columpio de al lado.
— ¡Juls! — llamé con una sonrisa.
Ella volteo a verme, regalandome de inmediato una de aquellas hermosas sonrisas que tanto adoraba ver.
— No sabía que ibas a estar aquí — agregue a los segundos.
— Tal parece que es mi condena encontrarte en cada lugar al que voy — comento con burla — ¿O debería decir que eres tú la que siempre logra encontrarme?
— Tal vez...— dudé en si decirlo o no — Tal vez estamos destinadas a encontrarnos siempre...
Mi comentario hizo que ella soltará una larga carcajada.
Estuvimos meciéndonos por largos minutos, mientras nos limitabamos a mirar a la nada. Estábamos calladas, cosa rara viniendo de nosotras; en mi defensa, debo decir que mi silencio se debía a mis nervios.
Con el pasar de los meses, mantenerme cerca de Juls me había resultado de una tarea compleja. Desde que comencé a verla con otros ojos, era sumamente incómodo para mí tener que mantener una charla común y corriente.— Me gusta alguien — soltó de repente. Yo inmediatamente sentí mi corazón contraerse — Es un chico, pero no cualquier chico — suspiro, transportando su diestra a la altura de su pecho. Desvíe mi mirada, mentalizandome en que debía ser fuerte y no ponerme a llorar — Es el chico más guapo que he visto, Val. En en serio me gusta mucho.
Inhale profundamente y exhale pesadamente antes de poder responder algo.
— Es...es bueno, Juls — trate de sonreír, aún manteniendo mi punto de visión lejos del suyo — ¿Crees que tú también le gustas a él?
— Creo que sí. De todas maneras, lo averiguaré pronto.
Asentí frenéticamente, apretando ente mis manos las cadenas que sostenían el columpio. Me mecí con algo más de fuerza y parpadeé en reiteradas ocasiones.
Le gustaba alguien. A Juls le gustaba alguien y ese "alguien" no era yo.
Nunca sería yo.
En realidad, no entiendo porque mantenía las absurdas ilusiones de despertar algo en ella. Juls siempre me miró como cualquiera miraría a su mejor amiga, — casi hermana —, del alma.
En su vida no había otro lugar para mí que no fuera el de "la buena amiga".Siempre fui soñadora. Tanto, que aveces me olvidaba de ver la triste realidad que me rodeaba.
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MY BLOOD [JULIANTINA]
Fanfiction«Crearé cuántas historias ficticias sean necesarias. Si tú estás en ellas yo haré lo posible por mejorarlas cada vez, hasta que se conviertan en una realidad»