Juls se veía demasiado triste ese día en particular. Estaba cabizbaja, meciendose con desgano y suspirando de vez en cuando. La inspeccioné en un par de ocasiones, tratando de haceme una idea, — por más pequeña que fuera —, de la causa de su desaliento.
— ¿Pasa algo? — cuestione sin más, incapaz de seguir viéndola así. Ella se encogió de hombros, restándole importancia al asunto — Juls...habla conmigo, desahógate.
— Se acabo, Valentina — decretó animándose a alzar la mirada — Estuve haciéndome ilusiones todo este tiempo...nunca le guste — fruncí el celo, preguntándome que había pasado — Él ya tenía novia y me dijo que un beso se le daba a cualquiera, que no significó algo especial.
Sentí una especie de calor hacer presencia en mí. Juls siempre fue demasiado buena. Demasiado sincera, pura, leal y transparente. Era como un ángel en la tierra o eso era lo que yo veía en ella.
Muchas veces tuve la percepción de que yo era la única que la valoraba pues, a diferencia mía, las otras personas únicamente se encargaban de lastimarlo, de hundir la en aquel vacío que llevaba consigo.Era tan triste tener que ser testigo de cómo todos eran tan ajenos de alguien que para mí era el mundo enteró.
Si por mi fuera, lo hubiera cuidado de todo y todos. La hubiera llevado lejos.
Le hubiera susurrado cuán hermosa era a todo momento. No la hubiera dejado caer y estaría dispuesta a ser todo lo que ella hubiese necesitado.Pero el "hubiera" no existe.
— Es un estúpido, Juls. Agradece que te demostró justo a tiempo lo mierda que es — relamí mis labios antes de continuar — No te merece. Tal vez...tal vez con el paso del tiempos encuentres a alguien que sepa valorarte y quererte como lo mereces.
— No creo que haya alguien en el mundo — mi corazón se encogió y sentí furia — Estoy destinada a morir sola.
Preferí callar, sabiendo que ella no tenía conocimiento de mi gran amor y yo no era capaz de confesarle todo de un tirón. La quería a mi lado y declararle mi enamoramiento hubiese sido, ciertamente, fatal.
Se habría alejado de mí y eso era lo que menos quería.No obstante fue ineludible no pensar en que yo era esa persona, sólo que ella no lo había descubierto.
— Habrá alguien, créeme — aseguré — O quizás hay alguien y tú todavía no lo ves.
Nuestras miradas se cruzaron por breves segundos. Segundos en el que mi corazón latió con desenfreno, sentí mi rostro caliente y unas molestas mariposas revolotear en mi estómago.
Suspiré profundamente y me volví a perder en la inmensidad de la nada y en mis pensamientos.Yo de verdad hubiera sido todo lo que ella necesitaba.
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MY BLOOD [JULIANTINA]
Fanfiction«Crearé cuántas historias ficticias sean necesarias. Si tú estás en ellas yo haré lo posible por mejorarlas cada vez, hasta que se conviertan en una realidad»