Capítulo 4

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Capítulo 4: ''llanto''. 


Esa tarde la joven Becker no se limitó a esperar a su hermana Charlotte, de todos modos odiaba discutir con ella en la calle, siempre la hacía quedar mal frente a las personas. En todo el camino no pudo evitar las lágrimas; cuando llegó a su casa cerró la puerta de golpe retumbando todas las paredes, se echó a llorar al recordar como sus dibujos eran destruidos frente a su cara y se insultó a sí misma al no haber hecho nada.


—¿Otra vez llorando? 


Le dijo Charlotte cuando llegó a la casa y oyó su llanto. Al pasar por su lado se rió de su hermana al ver como sacaba todos sus dibujos rotos. 


—Ay hermanita, si supieras defenderte no te pasaría eso—se burló, sabía muy bien que ella misma no era capaz de romper algo suyo.—¿En serio lloras por unos estúpidos dibujos? Ya entiendo porque te dicen rara. 


—No son sólo estúpidos dibujos... Deja de meterte en mis problemas.


—¿A eso le llamas problemas? Hay gente que tiene cosas peores a lo que tienes tú, si tan sólo salieras de estas cuatro paredes lo sabrías. 


Cuando oyó aquellas palabras de su propia hermana se llenó de angustia; su garganta dolía demasiado, tenía todo acumulado dentro suyo y no le salía ni una mínima palabra. Charlotte rodó los ojos al ver que de nuevo se largaría a llorar, simplemente salió de la casa sin avisar donde iría, al menos ___ estaría sola unas horas. 


Se sentó en una de las sillas de la cocina. Se quitó sus lentes para así limpiarse sus mejillas; agarró unas hojas e intentó volver a dibujar los mismos bocetos, pero le era imposible, para ella cada uno de sus dibujos eran únicos y la hacían mantener viva, cada pensamiento o cosa que le sucedía era representado mediante uno de los bocetos. 


Eran exactamente las ocho y media de la noche, el día se pasó volando. Margaret ya se encontraba en su casa cenando con ambas de sus hijas, esperando escuchar sobre el primer día de alguna de las dos.


—No sabes mamá—habló Charlotte comenzando a reír sin contar nada aún.—Se puso a llorar porque le rompieron sus dibujos. ¿Te parece eso? Hay que estar loca. 


—Déjala en paz, ¿por qué en vez de criticar no ayudas a tu hermana? Tienes que ayudarla en su proceso.


—¿Proceso de qué? Si siempre que la veo está llorando. 


—Parece que no maduras nunca, tienes la mente muy cerrada—le contestó su madre elevando la voz. Se notaba la tensión en aquella cena.


—Mejor me iré al cuarto. Se me quitaron las ganas de comer. 


Comentó Charlotte levantándose de su sitio para irse al cuarto dando un portazo. Margaret suspiró al presenciar el carácter arrogante de la mayor; se quedó mirando a la otra adolescente que no tocó ni un bocado en toda la cena y tenía la mirada en su plato jugando con su tenedor.  


—No la escuches. Seguro que en algún momento cambiará esa actitud. 


—Es verdad lo que dice... Lo único que hago es llorar.


—Charlotte dice eso porque tiene envidia de ti, de como eres.


—¿Envidia de qué? ¿De estar aquí encerrada siempre? ¿De no tener amigos? No puede tenerme envidia de nada, si soy una imbécil de mierda.


—Nadie te obliga a que salgas fuera o que socialices con todo el mundo—habló tomando la mano de su hija para darle su apoyo.—No estará saliendo todo como tú lo quieres, pero yo siempre estaré para ti, en lo bueno y en lo malo. Además... Aparte de ser tu madre también soy tu amiga, cada cosa que te suceda voy a estar para escucharte.


Margaret notó como ella comenzaba a llorar, se levantó de la mesa y la rodeó para abrazarla. Odiaba mucho a las personas que hacían sentir a su hija menospreciable, cuando la veía de esa manera tan vulnerable simplemente quería defenderla de todos, como cualquier madre haría; pero __ era un caso aparte, nunca se dejaba. Era una chica difícil.


—No te lo he contado, pero... Hoy una chica me habló, aunque no creo que lo siga haciendo más.


—¿Por qué lo dices?—le preguntó quitándole las lágrimas de su rostro. 


—Se va a cansar de mí, mamá. Hasta le hablado súper cortante para que no me moleste, de todos modos, me gusta estar sola. 

''Sin etiquetas.'' Camila CabelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora