Capítulo 35

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Capítulo 35: ''Calma.'' 


Habían llegado a la residencia Cabello, la casa en donde vivían ambas personas. Camila ayudó a su novia a que se sentara en el sofá mientras ella se encargaba de prepararle un té, todo el camino fue tenso, la morena no entendía qué era lo que sucedía y necesitaba saber la razón para poder intentar ayudar, no le gustaba en la manera que la menor estaba. Comenzó a preparar el té mientras miraba desde la cocina, notó como sus piernas no dejaban de moverse y no dejaba de jugar con sus manos.


—''Toma con cuidado, está caliente.'' Murmuró entregándole la taza para luego sentarse a su lado.


La ojigris tomó del líquido caliente quedándose en silencio, el teléfono de Camila comenzó a sonar, miró en la pantalla de quién se trataba: Margaret, la madre de ___. Atendió la llamada confundida. 


—''¿Hola Mila?'' Preguntó la mujer del otro lado.—''¿Está mi hija contigo?'' 


—''Si, está conmigo...''


—''¿Ella está bien?'' 


—''Sinceramente no, ha tenido un ataque de pánico en plena clase. ¿Sucede algo? Porque después de la llamada se ha puesto así.'' 


—''Si, todo está bien, cariño.'' Mintió la mujer para que no hubieran más preguntas, pero Camila supo al instante que nada estaba bien.—''¿Será que mi hija puede quedarse unos días contigo?'' 


—''Si, claro.'' 


Contestó simplemente, quiso preguntar el motivo, pero fue tarde cuando Margaret cortó la llamada. Camila suspiró ahora viendo como su novia prestó atención a toda la charla, acarició su espalda para que se tranquilizara, el sonido de sus pies moverse contra el suelo era bastante inquietante. 


—''Tu madre no me ha dicho nada, tú tampoco quieres decirme nada y no puedo obligarte a hacerlo.'' Comentó la morena compadeciéndose.—''Pero me preocupa verte así y no saber que hacer.'' 


—''Mi pa... Quiero decir, Benjamín, volvió.'' Articuló sus palabras, no miraba a su novia, pero quería explicarle todo.


—''¿Es alguien malo?''


—''Si, es mi padre y desearía que no lo fuera.'' Contestó, de tan solo recordar todo lo que había sufrido años atrás comenzó a llorar.—''No sé que es lo que quiere, no entiendo como después de destruir nuestra familia se le da la cara de venir a presentarse como si nada... Él me hizo mucho daño, Camila. Pasé muchos meses sufriendo con sus insultos o como se avergonzaba de mí, cuando entraba en un ataque él me pedía a gritos que parara o me golpearía. ¡Lo odio tanto!'' 


Había gritado asustando a la castaña, que no supo que decir, escuchar la desgarradora historia de sufrimiento le provocó lágrimas a ella también. Había varios secretos oscuros de los cuales no sabía y la tomaban por sorpresa, una era más horrible que la otra. 


—''Quiero que se muera, es una persona horrible.'' Habló poniéndose de pie, apretó sus puños con fuerza incrustando sus uñas en su piel haciéndose daño, después de mucho tiempo volvía a tener otra de sus crisis. 


Camila no sabía que hacer, dos crisis en un día, pero ahora estaba sola. Esto era mucho peor, simplemente se abalanzó a ella abrazándola y llorando en su pecho, era una situación que no podía controlar, eran jóvenes y era una experiencia nueva para la mayor. Recordaba la frase que una vez le dijo: ''no quiero que siempre tengas que cuidarme, seré un problema para ti.''  Ésta vez no le importó, ya estaba enamorada y como una vez dijo, era su decisión. 


—''Detente, por favor.'' Suplicó entre sollozos tomando sus manos, las marcas rojizas habían quedado en su palma.—''No te hagas más daño.'' 


—''Lo lamento.'' Musitó dándose cuenta de la situación, viendo como ambas lloraban y que ella había tenido un ataque.—''Lo lamento tanto...'' 


—''Ya está, tranquila.'' Respondió dulcemente y besó las manos donde se había echo daño.—''Te amo.'' 

''Sin etiquetas.'' Camila CabelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora