Capítulo 32

681 53 1
                                    


Capítulo 32: ''La cena.''


Vuelta a clases, el último año de la secundaria para todos. Había pasado unas semanas desde la fuerte discusión en la familia Cabello, nada había resultado bueno para nadie; Sinuhe no se tomó la molestia de poder apoyar a su hija, no podía ni siquiera fingirlo, días antes de volver a casa le dijo una de las peores frases que una madre podría decirle a su hijo: ''has arruinado mi vida'', pero eso no fue todo; ''te hubiera abortado.'' Aquella frase que se repetía en la cabeza de Camila desde hace una semana. Odiaba a su madre, pero no tanto como para desearle la muerte, como ella lo había hecho.


Alejandro tomó graves medidas, quería el divorcio. Desde hace semanas que todo estaba en mano de abogados sobre la custodia de Sofia Cabello, la hija menor. Él no podía estar con una mujer a la cuál ya no quería y tampoco soportar que sufriera maltratos verbales su hija. 


—''¿En qué tanto piensas?'' Preguntó la ojigris haciendo círculos sobre su pecho desnudo. 


—''En nada.'' Murmuró mirándola.—''¿Y tú? ¿Cómo te ha ido hoy con Ally? No hemos hablado sobre eso desde que estamos en esta situación.'' 


La menor se rió:—''Bien, como siempre. Me bajó un poco la dosis de mi medicina. Últimamente no he tenido crisis ni nada de eso.'' 


—''Eso es muy bueno, deberíamos festejar la noticia.'' 


—''¿Para qué? Si ya con lo que hemos hecho estoy de maravilla.'' 


Camila se rió a carcajadas ante la referencia y asintió estando de acuerdo, se acercó a ella y la besó, habían formalizado su relación hace días, ambas se lo tomaban con calma, ninguna quería que fuera como antes, que fuera todo rápido. 


—''Muy bien, hora de irme.'' Sentenció la morena levantándose para ponerse su ropa.—''¿Vendrás hoy a la cena?'' 


—''Claro que si, me llevas recordándolo desde hace días.'' 


—''Es por si te llegabas a olvidar.'' Contestó riéndose.—''Tu hermana también puede venir si quieres.''


—''Si, sé lo he dicho. Está bastante ocupada con la universidad así que lo dudo, de todos modos, estaré con mi madre allí.'' 


Una vez que Camila estuvo cambiada, se despidió con un cálido beso marchándose de la casa. Prácticamente se fue corriendo no queriendo desaprovechar ningún segundo para alistar todo en su casa, eran pasada las siete de la tarde, tendría dos horas para tener todo preparado. Al llegar vio a su padre limpiando la sala con música de fondo.


—''Camila, nadie pasará a tu cuarto.'' Le comentó al ver como agarraba una escoba y se iba corriendo a su habitación.


—''¡Es por si las dudas!''


Alejandro comenzó a reírse entendiendo el concepto, minutos más tarde cuando toda la casa se encontró bastante limpia el reloj daba ocho y media de la noche. El hombre como no sabía cocinar prefirió llamar por teléfono a una pizzería, siendo bastante simple. Él sabía que aquella cena era bastante importante para Camila, era la primera vez que le presentaría a su novia.  Camila ya se encontraba lista, era una cena informal, pero importante a la vez. Se encargó de poner la mesa intentando que todo se encontrara acomodado, la pizza había llegado y ya se encontraba encima de la mesada. 


Pasó un buen rato para que el timbre de casa sonara, la morena se puso nerviosa raramente, se miró al espejo fijándose cada detalle en ella por si algo se encontraba mal. Se acomodó su ropa por décima vez en la noche y se acercó hasta la puerta para abrirla. Margaret y su novia entraron a la casa, ambas mujeres le sonrieron. 


—''Que buen olor. ¿Cocinaron?'' Preguntó la ojigris. 


—''No, compramos pizza.'' 


—''Esperaba la típica frase de que cocinaron espaguetis, pero me conformo igualmente.'' Ambas comenzaron a reírse ante la estúpida charla y se sentaron en la mesa, una al lado de la otra.


Alejandro se acercó y saludó a la joven con un abrazo diciéndole que daba mucho gusto conocerla, obviamente sin olvidar mencionar que Camila había hablado mucho de ella, generando un poco de vergüenza en la morena. 


—''Bueno chicas, ¿cómo va su relación?'' Preguntó Margaret con su tono de dulzura típico de ella.


—''Demasiado bien, tomamos la decisión de tomarlo con calma.''


—''¿Tomarlo con calma y tener una cena familiar?'' Bromeó su padre. 


—''Bueno, no con tanta calma.'' Respondió Camila riéndose.—''Pero igualmente quería hacerlo, aunque no estemos como hubiésemos querido, me da mucha felicidad presentarte a mi novia.''



''Sin etiquetas.'' Camila CabelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora