Boy With Luv (Primera Temporada).

Secret love song

Solo una tarde con él. Solo una salida más y haré como si no lo conociera.

-Tu habitación es rara- le digo sonriendo.

Jungkook sonríe levemente y me mira curioso.

-¿Por qué?- se cruza de brazos junto a la puerta.

-Pues porque creo que chocas continuamente tu cabeza contra el techo.

Señalo con la barbilla su litera. Abajo tiene el ordenador y duerme arriba, casi pegado al techo.

-Tengo mucho espacio, te lo aseguro.

Asiento y miro a mi alrededor. Algo llama mi atención.

-¿Qué es?.

-Un proyector. Ni lo he usado, solo lo pedí por Internet.

Una idea para pasar la tarde se cruza por mi cabeza.

-¿Por qué no lo probamos?.

Ver Divergente con Jungkook es raro y divertido. A cada minuto comentamos pero no puedo evitar el cosquilleo en mi estómago y pecho.

-Lisa...

-¿Qué?- lo miro sonrojada a causa de que la escena de un beso muy caliente acaba de finalizar.

-¿Qué sueños tenías aparte de ser idol?.

Eso me pilla por sorpresa. En realidad quería ser muchas cosas pero una vez que entré a YG todo se resumió a prepararme para mi debut.

-Dedicarme a la fotografía o cuidar animales abandonados. No son sueños grandes pero te aseguro que en ocasiones quiero ser simplemente transparente.

Me mira profundamente. Sé que me entiende, estamos en el mismo mundo.

-Yo quería ser policía, luego fotógrafo, luego bailarín y ahora atleta.

Río.

-Eres como un camaleón. Polifacético, Jungkook.

-Lo sé. Todo se me da bien.

No sé por qué mi sucia mente piensa que se la da muy bien besar. Y como si leyera mis análisis mentales se acerca poniendo a cero nuestra distancia. Labios contra labios. No sé los míos, pero los suyos son dulces, amables y cálidos.

Por primera vez nuestras lenguas se conocen y creo que beso como el culo, pero él no pone pegas. Solo gruñe muy bajito cuando poso una mano en su cuello atrayéndolo aún más.

Mi pecho parece ser un tambor, mis ojos pican con lágrimas acumuladas y mis manos tiemblan. Posa sus manos en mi cintura y ambos nos quedamos arrodillados en el suelo.

-¡Jungkookie!.

Nos separamos al instante, yo muy asustada. En la puerta está Jin, su hyung.

-Oh, ¡hyung!. ¿Por qué no llamas antes de entrar?.

-Perdón.

Miro al suelo muy avergonzada.

-Quería preguntarles si querían más palomitas- continúa Jin.

-No, gracias- Jungkook responde con voz temblorosa.

-Creo que debo irme- respondo mirando la hora en mi móvil.

Jin desaparece y Jungkook prende la luz.

-¿Por qué tan rápido?- suena desesperado.

Justo cuando invento una excusa para salir de esta vergüenza tan anormal para mí suena mi móvil. Veo el nombre de CEO Yang y creo gritar internamente.