Boy With Luv (Primera Temporada).

Love me like you do

Sus dulces labios me llevan a otra dimensión. Me trasladan a un paraíso donde no hay prensa, no hay fans, solo somos nosotros sin fama, como un hombre y una mujer.

Me ha dado permiso para no detenerme. En serio lo necesitaba. Luego de tantos besos y caricias una gran parte de mí, la de un total chico hormonal me decía que la dejara sin prendas y la hiciese mía de una forma que apenas conozco.

Los nervios se mezclan con el deseo de tocarla por todas partes. Sentir por primera vez a una mujer piel con piel...cero ropa.

Siento una sensación totalmente cálida y agradable cuando sus manos se plantan en mi nuca y sus dedos se enroscan en mi cabello.

Me estremezco por una corriente desconocida que termina dejándome muy caliente bajo los pantalones. Me muero de la vergüenza si lo nota.

"Claro que no, Jungkook. Si no te excitas la chica no se sentirá deseada".

Mierda con las palabras de Namjoon hyung que justo ahora llegan a mi cabeza. Esa conversación de sexo con él y Seok Jin fue lo más humillante en mi vida.

Separo mis labios de los suyos para pegarlos a su cuello. Debo ser delicado para no dañarla o parecer un caníbal.

La escucho quejarse pero no me aparta. Muerdo levemente la piel sobre su clavícula y ese sonido no era un quejido...estaba gimiendo.

¡Está gimiendo por mí!. Por mi toque.

No te desesperes, Jungkook.

Pega nuestros torsos al arquear su espalda. Otra vez me estremezco. Esto es mucha presión. Debo pensar en su placer ante todo. Debo controlarme.

Acuna mi rostro y me besa. Marca el ritmo solo ella, para mi sorpresa me está mordiendo el labio inferior.

Oh, Lisa, no me hagas esto. No voy a poder controlarme si sigues así.

Llego al dobladillo del suéter y lo saco por encima de su cabeza. Tiene una blusa de tirantes por debajo. Abrazo su cintura atrayéndola aún más. ¿Puedo fundir nuestros cuerpos?. Cuanto quiero que seamos uno.

Se aparta y me mira con un brillo en sus ojos.

-Aquí no- susurra mirando a la puerta.

Había olvidado que estamos en pleno salón, sentados a los pies del sofá rodeados de comida.

Tomo la iniciativa y la cargo pasando un brazo por su espalda y el otro por la cara interna de sus rodillas. Subo a mi habitación y el colchón está en buen sitio.

Luego de unos meses decidí comprarme un canapé. Ella y yo no cabíamos en mi litera con la cabeza casi pegada al techo.

La dejo sobre el colchón y apoyo mis manos a ambos lados de su cabeza. Me jala de la camisa y muerde mi barbilla para besarme. Es cálido y lleno de necesidad el beso que nos damos.

Es ágil al colocarse encima de mí esta vez...a horcajadas. Me siento y llevo mis manos a sus tirantes. Los dedos me tiemblan. Su labio también.

No lleva sujetador. Trago en seco al ver por primera vez sus senos. Dios, son únicos, pequeños pero justo ahora son lo que más me apetece llevarme a la boca.

¿De dónde he sacado estos pensamientos lascivos?.

-No son la gran cosa- baja la cabeza.

Con el índice en su barbilla regreso el contacto visual.

-Eres perfecta. El cuerpo más hermoso que he tocado, visto y sentido.

Dicho esto sin dejar de mirarla acerco mis labios a su pezón. Pega un respingo y se le eriza la piel, pezones erguidos e intento otra vez sentirlos.