El viaje

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Miro por el ventanal del piso de arriba de mi casa como seis autos estacionan tras cruzar el portón de la entrada. Lo hacen en fila, tanto, que parecen sacados de una caricatura.

No espero a ver como salen de ellos, salgo prácticamente corriendo y bajo las escaleras. Inmediatamente los inconfundibles gritos de Alessia y Emelie llegan a mis oídos, y podría estar arrepintiendome de haber bajado tan rápido si no fuera por que me siento igual de emocionada que ellas.

Me uno a sus gritos junto a Celia y damos saltitos de felicidad.

—¿¡Por qué, Dios, por qué tenía que venir!? —Se lamenta Lou, por encima de nuestros gritos.

—Porque tienes seis años y es un delito dejar niños solos en casa, cariño —Escucho que le responde Amelia. 

—Chicas ya dejen de gritar, por favor —pide mi madre, golpeando nuestros brazos con suavidad.

—¡Sí, por favor! Que van a arruinar mis tímpanos —Se queja, de nuevo, Lou.

—Ya, en serio, ¿tenían que traerla? —Se queja Bryant, sacándole la lengua a la pequeña. La niña no hace más que rodar los ojos y caminar lejos de nosotros.

—No puedo creer que vayamos a hacer nuestro primer viaje solos —expresa Alessia, llamando mi atención.

—¡Lo sé! —exclamo—, estoy tan emocionada que anoche no podía dormir y me puse a hornear galletas.

—Mmm...¿y aparecerá alguna de esas galletas por aquí? —pregunta Bryant, con sus labios en mi oreja.

Río porque me hace cosquillas. —Por supuesto, las dejé en el microondas —Lo veo alejarse junto a Derek. Cuando van a doblar por el pasillo añado—:¡pero no se las coman todas, son para el camino!

—Son casi las diez y media, creo que debemos irnos —anuncia Farid.

—Sí, Brooke, busca tus cosas —me ordena mi padre.

En menos de quince minutos estamos yendo camino al aeropuerto, las chicas vinieron conmigo en el auto junto a mis padres.

—Oigan, ¿solo yo noté que Daphne estaba llorando? ¡Dios! Esa mujer en serio necesita este tiempo sin su bebé. Es demasiado exagerada esa mujer —comenta Emelie. Mi mamá tose.

—Cariño, si te metes con un Glumsy tienes que estar preparada para meterte con todos los Glumsies —Empieza mi madre, girando un poco la cabeza hacia atrás. Le hago una mueca a Emelie y la seña con el dedo en el cuello—. En primer lugar nunca hables mal de alguien frente a una de sus mejores amigas, en segundo lugar; te sugiero no hacer ese tipo de comentarios en frente o cerca de Daphne, ustedes no conocen toda la historia. Y tercero..., bueno no tengo tercero así que solo preguntaré; ¿estamos de acuerdo, cariño?

Miro como Emelie traga grueso y me mira en busca de ayuda, pero solo la observo con diversión, al igual que Alessia y Celia.

Ella carraspea. —Ah..., sí, sí estoy de acuerdo.

Mi madre se gira del todo sonriendo. —Aún te amo, cariño.

—Sí, yo también —le responde Emelie.

El resto del camino lo llevamos calladas, solo escuchando la conversación de mis padres acerca de una oferta que recibió mi papá por correo hace unos días; un empresario se retirará completamente y quiere vender el terreno donde se encuentra su empresa, así que se comunicaron con mi padre y él se emocionó ya que siempre había querido extenderse hacia allá, o sea, España. Mi padre es dueño de una cadena de hoteles que se extiende por todo Reino Unido y parte de America Central.

Tour en Francia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora