Queen of Roses (Español)

55) Amor sin Fin

Llegaron al palacio real al día siguiente, con Chaeyoung, Jaehyun y Jimin liderando el camino a través de los ciudadanos alegres. Cuando Chaeyoung vio a los niños arrojar pétalos de flores frente a su camino, no pudo evitar sonreír. Y cuando vio a personas que reconoció, como el niño que habían salvado de la muerte en Dongygeong (Mansae), algunos civiles de Daegu y un grupo de concubinas de Irene, su sonrisa se hizo aún más amplia. Era como si todo el país se hubiera unido para respetar a las personas que lucharon por ellos cuando no podían luchar por sí mismos.

Lo primero que Chaeyoung se aseguró de hacer fue organizar un funeral para todos los guerreros y seres queridos que habían perdido durante la guerra. A pesar de las protestas de la secretaria real, ella insistió en rendir homenaje a estas almas valientes. Finalmente, cedió, pero con la condición de que Chaeyoung y Jaehyun se casaran esa misma noche. Ella habría señalado lo incorrecto que era celebrar un funeral y una boda el mismo día si pensara que les importaba un poco. Pero, desafortunadamente, no lo hicieron. Entonces, todo lo que pudo hacer fue aceptar su trágico destino y estar de acuerdo.

Todos, desde los nobles hasta los campesinos y los niños, se reunieron frente a las puertas del palacio, cada uno de ellos vestido de negro y con una linterna de papel en sus manos. Chaeyoung se paró en la cima de las puertas del castillo, mirando a la multitud y preparándose para pronunciar su discurso, con Jaehyun, Jimin, Yoongi, Jisoo, Lisa, Seokjin, Irene, Daesung y Namjoon de pie junto a ella en solidaridad.

Taehyung no se encontraba en ninguna parte. Una parte de ella temía que él ya se hubiera ido a Daegu y su corazón se apretó dolorosamente ante la idea. Aunque entendía por qué él no querría estar presente el día de su boda, todavía no podía sacudirse la agonía que la llenaba ante la idea de no volver a verlo nunca más.

Pero ahora, mientras se paraba frente a los ciudadanos que ahora la buscaban como guía, se aclaró la garganta y la mente.

"Estamos reunidos aquí hoy para honrar a aquellos que han luchado valientemente para proteger este país. Para recordar su sacrificio y asegurar que sus esfuerzos nunca sean olvidados. Al encender sus linternas, me gustaría que imaginen a su ser querido que ha fallecido, y mientras sueltas la linterna en el cielo, quiero que permitas que el viento lleve sus almas a un lugar mejor. Un lugar de paz y tranquilidad. Que se conviertan en uno con las estrellas que nos miran cada noche oscura y nos permiten nunca olvidemos la luz que brillaron en nuestras vidas. Que nos reunamos con ellos cuando llegue el momento ".

En medio de un mar de sollozos y oraciones, encendió su linterna y la lanzó al cielo, mirándola flotar libremente con una sonrisa agridulce. Uno por uno, el cielo índigo se moteó con cada linterna brillante, mezclándose con las estrellas y envolviéndolas en una cálida neblina de luz blanca.

Poco a poco, la multitud comenzó a dispersarse, las familias se consolaron entre sí y los niños intentaron animar a sus hermanos. Y Chaeyoung volvió a mirar a la multitud, esperando encontrar un par de ojos oscuros familiares entre ellos. Pero ella no lo vio. No sabía si alguna vez volvería a hacerlo.

Habiendo completado con éxito su misión, Jisoo ya les había dado a Yoongi y Taehyung sus recompensas prometidas por proteger a Chaeyoung. Yoongi era 100 piezas de oro más rico, y Taehyung se había ganado el título de Comandante del Sur tan pronto como habían entrado en la capital. Había cumplido con sus deberes, por lo que realmente no había razón para quedarse en la capital. Sería egoísta de parte de Chaeyoung asumir que lo haría.

"La boda es en una hora", Jaehyun interrumpió sus pensamientos de manera casual, "deberíamos prepararnos".

Por centésima vez ese día, Chaeyoung sintió el temor revolviéndose en la boca del estómago al darse cuenta de lo cerca que estaba de prometer el resto de su futuro. Para un hombre que no amaba. Para un hombre que no era Taehyung.