Queen of Roses (Español)

34) Bae

Irene era tan hermosa e intimidante como advirtieron los rumores. Chaeyoung solo deseaba que pudieran haberla encontrado antes. Desde Donggyeong, les tomó un viaje de 3 días en tierra y 2 días en bote para llegar a la pequeña isla de Usan, donde se encontraba la residencia principal de la cortesana.

Y de ninguna manera fue un viaje pacífico o agradable. Por un lado, estaba el problema en curso de alimentos y agua, dos productos que parecían casi imposibles de encontrar para un campamento de diez con el estado actual del país. Para agravar aún más la situación, solo había dos tiendas de campaña que resultaban en cuartos para dormir pequeños e incómodos. Sin mencionar que algunos de los miembros del grupo simplemente no se llevaban bien. Seokjin y Jennie, Jisoo y Taeyong, Jennie y Chaeyoung, Yoongi y casi todos los demás, por nombrar algunos.

Sin embargo, el ambiente más tenso de todos existía entre los dos líderes discutibles de la manada: Chaeyoung y Taehyung. Porque desde su breve momento de debilidad en Donggyeong, apenas habían hablado dos palabras entre sí, ambos se centraron firmemente en la tarea en cuestión. La carta de Hoseok había sido una llamada de atención ya que no solo mencionaba la ubicación de la mujer que actualmente poseía todas las armas más finas de Goryeo, sino que también describía detalladamente cada acción corrupta que Mingyu había tomado desde el comienzo de su reinado como rey.

Se había vuelto descaradamente claro que ya no podían priorizar los asuntos de sus corazones sobre los asuntos del país.

Por lo tanto, dada la estresante semana, Chaeyoung no podría estar más feliz de encontrar finalmente el burdel de Irene, 'Black Velvet'.

Como alguien que había llevado una vida protegida con un historial de educación ética, ella nunca había puesto un pie en ese lugar y no estaba segura de qué esperar. El exterior del edificio tenía un aura similar a un palacio con techos altos, marcos de madera oscura pulida y elegantes faroles a su alrededor. Si no fuera por la música alta, el aroma embriagador de las rosas que se mezclan con el licor y las risas ruidosas que rodean el área, Chaeyoung ni siquiera se habría dado cuenta de que era un burdel.

Hubo una intriga emitida por el burdel de Terciopelo Negro, como un encantamiento que hipnotizó a uno para que entrara en el local y nunca se fuera. Fue la tentación de actuar sobre los deseos prohibidos. Un lugar donde tus sueños más salvajes podrían convertirse en realidad.

Ya fuera el aroma de las rosas o el impulso de lo desconocido, Chaeyoung no podía negar la curiosidad inmediata que había desarrollado para el lugar.

"¿Qué tal si las damas se quedan afuera?" Yoongi sugirió cuando comenzó a acercarse a las puertas de burdel finamente esculpidas.

"¿Por qué, para que ustedes puedan divagar libremente a las mujeres y divertirse sin nosotras?" Jennie frunció el ceño antes de empujar con firmeza más allá de él para abrir la puerta, "No lo creo".

Las puertas se abrieron para revelar un corredor principal bien iluminado, amueblado con alfombras rojas y negras con cojines a juego. La habitación estaba casi completamente llena de hombres borrachos de todas las edades y orígenes, con al menos una mujer apenas vestida que los acompañaba con entusiasmo. Chaeyoung se quedó sin aliento e inmediatamente desvió la vista mientras pasaban junto a una pareja que se extendía justo enfrente de la entrada. Pero luego sus ojos se posaron en un anciano que acababa de comenzar a quitarse la ropa, y se preguntó si debería mantener los ojos cerrados durante el tiempo que estuvieran allí.

Si estaba teniendo dificultades para adaptarse, solo podía imaginar lo que el pobre Namjoon, el monje, estaba experimentando detrás de ella.

Una leve sensación palpitante comenzaba a aparecer en la base de su cráneo por el calor corporal colectivo de todos en la habitación. Estaba empezando a sentirse mareada por el olor a sudor y alcohol que el incienso de rosa en cada esquina de la habitación estaba trabajando muy duro para enmascarar. Era como si todos en la habitación estuvieran aturdidos, bebiendo y riendo hasta el fondo de sus corazones sin preocupaciones en el mundo.