Queen of Roses (Español)

49) Ultimátum

Normalmente, un viaje de Gaegyeong al palacio Jung en Seogyeong tomaría tres días. Chaeyoung llegó allí en uno.

Con una batalla intensificada, el paradero desconocido de la mayoría de sus compañeros, una traición devastadora y una mejor amiga herida detrás de ella, Chaeyoung cargó a través del bosque agreste de Goryeo en busca de Lisa. A través de la avalancha de fuertes lluvias, truenos y estallidos de relámpagos, ella avanzó sin pestañear.

En todo momento, las palabras de su padre hacían eco constantemente en su mente. "En un mundo donde los aliados son pocos, acabas de crear un enemigo fatal". Ella no había comprendido el verdadero peso de esta declaración en aquel entonces. Había subestimado, había sido ingenua y, lo peor de todo, había confiado demasiado fácilmente.

Y ahora, Lisa estaba pagando el precio.

Chaeyoung sabía que huir de una batalla que ella misma había librado no era lo ideal. Una reina nunca habría abandonado su ejército, sus campamentos, su gente por el bien de una persona. Pero un amigo lo haría.

Las imágenes de Lisa pasaron por la mente de Chaeyoung como una línea de tiempo trágica e histórica. Cómo había nacido en el palacio poco después de la princesa y también perdió a su madre a una edad temprana. Los recuerdos de su infancia apuñalaron el corazón de Chaeyoung. Compartiendo juguetes, jugando a las escondidas en el enorme palacio durante horas, leyendo libros juntos en el jardín del palacio, bailando en el patio cuando nadie estaba mirando. Lisa había sido mucho más que una amiga para ella. Ella era de la familia.

Y había pasado toda su vida sirviendo a Chaeyoung. Protegiéndola, cubriéndola, arreglándole la ropa, arreglando su cabello. Ella sufrió en silencio todos estos años simplemente en busca de la felicidad de Chaeyoung, sin siquiera perder un momento para pensar en la suya. Chaeyoung no podría vivir consigo misma si permitiera que Lisa muriera por ella también.

Ella cabalgó sola, dejando a su ejército ya escaso para la guerra que se estaba volviendo cada vez más desesperada a medida que pasaban las horas. Una parte de ella sabía que no necesitaría a nadie más para salvar a Lisa. Porque sabía que ella era la única que podía otorgar a la familia Jung lo que tan desesperadamente querían. Lo que desea cada noble hambriento de poder en el país.

El trono.

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La fatiga desgarró los músculos de Jennie como una enfermedad interna que solo exacerbó todas las lesiones físicas que había adquirido en el lapso de 3 días. Una herida de carne en su brazo derecho, varios cortes nuevos a lo largo de su torso, un rasguño en su mejilla izquierda e innumerables contusiones. Había tanto como su cuerpo podía soportar.

Silenciosamente soportó todo el dolor, continuando luchando a través de la multitud con la esperanza de llegar a Taeyong. Pero, con cada paso que avanzaba hacia él, él parecía retroceder por dos. Era casi como si la estuviera evitando. El pensamiento la enfureció hasta el núcleo.

Eventualmente, sin embargo, se vio obligada a retirar su ejército por la noche sin siquiera tener la oportunidad de disparar una flecha a Taeyong. Su ejército habría sido masacrado si continuaran luchando hasta la noche. Afortunadamente, sus instintos guerreros internos habían sido conscientes de ese hecho y la convencieron de dejar a un lado su sed de venganza a cambio de la vida de sus soldados.

Sin embargo, ahora, cuando entró en la tienda de Jimin después de reponer su energía con una barra de pan, una parte de ella no pudo evitar arrepentirse ligeramente de esa decisión.

"Según mis cálculos", Jimin comenzó la reunión tan pronto como Jennie entró en la sala abarrotada de guerreros, "su ejército aún supera al nuestro en al menos 5.000. Sin mencionar a los seis generales del ejército que les quedan además de Taeyong".