XII

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Entrar al departamento le daba una extraña sensación, como si me adentrará a un mundo completamente desconocido e incierto, pero que moría por descubrir. El departamento estaba pintado en un pulcro color blanco con pequeños detalles negros en las esquinas, la sala tenía dos grandes sofás en negros en un semicírculo con una enorme pantalla plana que ilustraba la película de Mulan casi por finalizar, en la parte baja de la pantalla habían dos consolas de juego en un pequeño mueble, a un lado, el desayunador que dividía la sala de una cocina en mármol negro "quien decoro este departamento tiene un enorme amor por los colores sólidos y un gusto exquisito"
Había una fotografía en la mesa que estaba junto a la pantalla plana, habían cuatro figuras en ella, quería acercarse a verla con más detalle pero se percato de una pelirroja que dormía de forma apacible en uno de los sofás, en sus brazos había una bola de pelos café y otra blanca con gris, los cachorros se habían acostumbrado a Lisa y al parecer a la pelirroja también sin problema alguno. Busco con la mirada la terraza, vio una figura moverse, camino decidiendo adentrarse un poco más.

Una enorme ventana estaba abierta al final de la habitación, el viento hacia bailar las cortinas blancas con pequeñas flores dibujadas en celestes, al apartarlas vio una figura preciosa de espalda, la ciudad de Londres se veía a sus pies, tenía una cintura estrecha, con los jeans holgados que llevaba dejaba ver la curvatura de un pequeño y respingado trasero, sostenía su cabello con las manos dejando ver su blanco y suave cuello que solo daban ganas de tocarlo, quizá de pasar los labios por él y descubrir su sabor, en su mano derecha tenía una pequeña venda blanca, dio la vuelta en cámara lenta, la castaña pudo  ver como su cabello caía de nuevo sobre sus hombros y flequillo apenas y se movía, una sonrisa se dibujo en su rostro de una forma tan lenta, tan precisa y preciosa.

-Hola extraña - la rubia la veía fijamente con unos hermosos ojos color chocolate que la hipnotizaban, su voz sonaba un poco ronca pero igualmente hermosa.

-Hola... - trago en seco - lamento pasar sin avisar, Irina me dejo entrar - se adentre más cerca de ella, notando en la terraza había una pequeña mesa redonda con un par de latas de cervezas - relajándote eh?

-Irene... Un poco quizá, yo estaba algo nerviosa por verte - bajo la mirada a la lata de cerveza que tenía en su mano.

-Por verme? - la castaña estaba nerviosa, pero no esperaba en absoluto que ella lo estuviera - ¿porque?

-No es muy usual que una chica tan linda venga a mi departamento, aunque solo sea a traer a su cachorro. Quieres una? - Levanto la cerveza, asentí un tanto sonrojada por sus palabras, ella desapareció tras las cortinas, me quedé viendo el hermoso lugar, sin duda el departamento estaba en un lugar privilegiado, a pesar de los edificios no obstaculizaban la vista para nada, me puse de puntitas para ver un poco hacia abajo, el piso 17- wow - di un respingon

-Que?

-Te veías realmente linda ahí - se sonrojo un poco más, sentía la cara caliente, no sabía que mosca le había picado, pero estaba mucho más atrevida que lo usual y lo que decía aunque no quisiera aceptarlo le gustaba, sus palabras causaban un efecto en ella que la volvían incluso tímida. Le tendió la cerveza y se sentó en una esquina de la terraza - lamento no ofrecerte una silla, cuando enviaron la mesa las sillas no combinaban y eso era un crimen para mi madre, así que las devolvió.

-Ella fue quien decoro el departamento? Porque es realmente hermoso - abrí la cerveza y probé un poco

-Déjame que le cuente que te gusta la forma en la que decora, le encantará!

-Les has hablado de mi? - su rostro se vio sorprendido como si lo que había dicho era algo que no esperaba que saliera de su boca.

-Quizá le dije que conocí a una chica linda - me sonrió y negó con su cabeza - de hecho mis padres conocen a tus padres.

~The Letter~ Jenlisa | ChaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora