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ㅡ ¿te gusta esto?

ㅡ me encanta.

los suaves movimiento de sus manos sobre mi cuerpo, haciendo que arqueara mi espalda sobre el frío escritorio.

ㅡ tu piel es tan suave, me encanta.

sus besos fueron bajando hasta mi pecho, el cual se encontraba expuesto, para empezar a lamer una de mis tetillas.

ㅡ sabes precioso, amo esos hermosos y perfectos ruiditos que salen de esa boquita tuya.

atiné a gadear y apretar sus hombros cuando una de sus manos apretó mis caderas.

todo se sentía exquisito, su cercanía, todo.

ㅡ yunho...

ㅡ dime...

ㅡ yunho...

ㅡ ¿si?

ㅡ ¡yunho! levántate, ya tienes que ir al instituto!

se despertó sudando y exaltado, había tenido un sueño erótico con su profesor.

suspiro y vio la hora en su celular, faltaban tan solo veinte minutos para entrar a la escuela.

se levantó lo más rápido que pudo y se empezó a poner el uniforme, se puso loción y bajo.

la verdad no quería ver a su mamá, todavía se sentia super avergonzado por lo de ayer, así que solo paso por la cosina en silencio sacando un pastelito y una refresco de la heladera y salió de su casa rumbo a la escuela.

agradeció internamente que su madre no lo haya visto y empezado a dar esos sermones de madre sobre la sexualidad, cambios de un adolescente y otras cosas más.

corrió hasta la parada de autobús para luego llegar a la estación y tomarse el tren que lo llevaría a la escuela.

tomó asiento y se colocó los audífonos, cerro los ojos por milésimas de segundos, y su sueño se le hizo presente.

no podía creer todo lo que le había pasado el dia de ayer, y todo gracias a su mejor amigo.

miró su teléfono al sentirlo vibrar, tenía un nuevo mensaje.

hong:
¿vendrás a la escuela?


yunho:
si estoy llendo, me quedé dormido.

hong:

¡idiota! apresúrate, la profesora eungji llegará pronto, y sabes que ella odia que lleguen tarde, siempre los termina llevando con la vicedirectora kim.

yunho:

maldición, cierto.
ya estoy llegando, que no me saquen mi lugar.

hong:
está bien.
te espero.
ok, no dejare que nadien se siente en tu lugar.

suspiró y agarro su mochila para bajar en la siguiente parada, corriendo así hasta la escuela.

al llegar, por suerte la profesora eungji no había llegado, seguramente por algún retraso, así que solto un gran suspiro y se apoyó en su banco.

la puerta se abrió dejando ver a la directora kim, con un semblante serio.

trago duro al ver que lo miraba, su corazón se había acelerado, creía que algo había pasado, que tal vez lo habría descubierto ayer, pero para su suerte no era eso, su semblante serio cambio por una sonrisa.

¡𝗍𝖾𝖺𝖼𝗁𝖾𝗋! 𝖸𝖴𝖭𝖦𝖨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora