amarillo 'CHANIN

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  Bang Chan era el vecino de Jeongin, él era un chico de 21 años actualmente estudiando en la Universidad.

  Le gustaba mucho rapear y componer, eran sus pasatiempos favoritos. Él siempre fue un joven aplicado y responsable, sus padres estuvieron siempre con él a pesar del trabajo, le enseñaron muchísimas cosas como el respeto, ser solidario, nunca creerse mejor que nadie y que aunque tenga toda la plata del mundo a su disposición siempre es mejor cuando uno mismo consigue sus propias cosas.. Era simplemente alguien ejemplar y humilde, dejando de lado la posición económica de su familia...

  Por eso dejo en su vecindario folletos por todos lados ofreciendo clases particulares de lo que sea ya que él sabe demasiadas cosas también varios idiomas entre ellas.

  Por supuesto que la madre de Jeongin prefirió la comodidad y el que su vecino le diera todas las clases posibles a su hijo se le hacía más fácil que buscar a alguien más.

  Y así , Chan terminó siendo profesor de Jeongin y también niñero ¿no?

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-Jeongin hoy empiezas con clases particulares.- le decía su madre así sin importancia

  -No las necesito

  -Si que lo haces, no gastaremos este año por ti

  -Como que si les conviniera que no apruebe un año

  -No y por eso por primera vez vas a ser un chico responsable

  -Si como digas

  Un profesor particular? Deben estar jodiéndome, para que pagar uno y no directamente a los profesores por mi nota? Están locos.

  Fue esa tarde que mi vecino interrumpió en mi casa y en mi perfecta vida.

-Bang Chan, un gusto

-Ya te había visto, somos vecinos no?

-Si, pero nunca habíamos hablado... Seré tu profesor!- dijo con entusiamo

-Si que más da

  Chan se sentía realmente incómodo, el chico si que era un niño caprichoso.

-Tú, llevanos una merienda completa a mi habitación ahora.

-Si, joven Jeongin

-Oye, porque no le pediste con un por favor?

-Dah, es mi sirviente pido lo que se me da la gana y lo tengo

-Tambien es una persona lo sabes no?

-Da igual, le pagan.

Cuando ya estaban en la habitación se sentía una tensión palpable en el lugar, llegó su merienda y Chan le agradeció a esa señora.

  Jeongin solo lo ignoraba.

-Viste que no es difícil ser amable.

-No tengo la obligación de serlo.

Jeongin ya estaba pensando en que Chan sería un intruso en su vida y el otro en que el menor sería un gran reto para él. Ninguno de los dos iba a dar el brazo a torcer.