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  5 meses habían pasado.

 
  Jeongin había terminado el colegio con las mejores notas, hasta él mismo se había sorprendido pero teniéndolo a Chan como pensamiento sentía que podía hacer cualquier cosa.


Ambos esperaban una fecha que por fin había llegado.


Y Chan había vuelto, solo por él.

 Y ese 8 de febrero Jeongin salía por la puerta de su casa corriendo con dos maletas ignorando el grito de sus padres y con una gran sonrisa en su rostro, pues frente de él se encontraba su novio en su auto esperándolo.

 Un abrazo fue lo primero que se dieron, un gran y fuerte abrazo. Uno que expresaba todo el amor que aún vivía en ellos, la felicidad los rodeaba y por fin estaban juntos de nuevo.

 A la esperanza que guardaban todas las noches en sus sonrisas antes de dormir jamás la perdieron, se extrañaron como nunca extrañaron a alguien pero ahora mirándose a los ojos con ese amor inmenso que se tenían, pensaron que todo valió la pena.

 Un beso largo fue lo que siguió.

Jeongin con sus brazos pasando por detrás del cuello de su novio y las manos de Chan rodeando su cintura sin dudas era la obra de arte más hermosa y la representaban y sentían ellos, solo ellos dos.

 Se iban.

 Los padres de Chan los observaban con una sonrisa de orgullo en sus rostros.

  -Perdón por hacerte esperar mi sol...-

 Los de Jeongin solo desaparecieron como siempre.

  -Ya nada importa, ni lo que pasó, el tiempo nada, solo tú y yo.

 Poco les importaba, estaban juntos.

 Se iban juntos y ojalá fuera para siempre, trabajarían para lograrlo. Ambos pensaban que el otro , valía la pena y vaya que si lo hacían.

amarillo 'CHANINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora