Bullying: Do Kyung Soo.

【Capítulo 9】

No entendía nada, sabía de alguna manera que el odio que Johnny sentía hacía él era real, pero no se podía explicar qué pasaba en ese momento. El vehículo simplemente se estaba alejando, él no quería y comenzó a forzar a la persona a su lado para que le de espacio, quería abrir la puerta y saltar.

Sus piernas estaban temblando, se sentía mareado, ido.

— Ni siquiera se te ocurra intentar escapar, sólo daremos un paseo.

— Yo no quiero ir a ninguna parte con ustedes. Déjame bajar, Johnny.– Desesperado miró al chico que conducía, le suplicó con la mirada que por favor detuviera el auto.— Nunca te hice nada, por favor... Por favor déjame ir.

— ¿Nunca me hiciste nada? Mira, me molesta que respires. Me molesta que existas.

— Pero...ya no estamos en la misma escuela, me transferí. Me alejé para dejar de molestarte, por favor, déjame bajar.

— ¡Ah! No se puede, ya estás jodido.

Ese nudo de miedo en su estómago, el miedo se hacía presente en sus entrañas como aquella última vez. Sabía que serían rudos, ya había estado mal a causa de eso y para ser sinceros, temía tanto por su vida que no se quedaría así.

— ¡TE DIJE QUE ME DEJES BAJAR! – Gritó y se abalanzó al asiento de adelante, donde se encontraba Johnny conduciendo a un destino completamente desconocido.

... Le mordió la oreja, de tal manera que casi le arranca un pedazo.

— Hijo de puta...– La oreja de Johnny no dejaba de sangrar, los dos amigos que tenía a cada lado de Kyungsoo lo agarraron para evitar que se pudiese acercar así nuevamente al asiento de adelante y entre golpes y patadas al aire lo intentaron inmovilizar.

Kyungsoo no dejaba de dar patadas hacia adelante, de moverse para intentar zafarse de esos tipos matones.

— ¡TE DIJE QUE ME DEJES IR! POR FAVOR... , DÉJAME IR – Un puñetazo le llegó de lleno en la mejilla derecha, ardía — ¡AYUDA! ¡POR FAVOR AYUDA!

— Taeyeong, cállalo.

Después de esas palabras Kyungsoo sólo sintió un golpe frío en su nuca, rápido y cayó inconsciente sobre aquel asiento de auto.

———————————————

Quizá habían pasado horas, no sabía con exactitud. Abrió los ojos y estaba oscuro, a lo lejos se oían risas de un grupo de chicos.

— Chanyeol... – Susurró, Chanyeol seguro estaba ahí, lo ayudaría a salir de ese lugar tan frío — Chanyeol...– Un poco más alto, pero no lo escucharía —  ¡CHANYEOL, CHANYEOL AYUDA! — Gritó y las risas se apagaron, vinieron susurros y pasos que se acercaban a él. Aún no entendía donde estaba, pero era pequeño y estaba tan frío.

Abrieron de golpe el capó del maletero del auto, una luz cegadora le impedía ver quién era la persona que lo había hecho, pero no hacía falta.

— Cállate, maldito gordo.— Otro poco de risas estruendosas de los demás.— Ven aquí...— Kyungsoo sintió cómo lo tomaban de cuello para sacarlo bruscamente de dónde estaba al exterior.

Una especie de bodega gigante, un grupo de chicos bebiendo cerca de un barril de aceite con fuego en su interior, una especie de fogata. Se podía apreciar que no solo estaban bebiendo, también estaban consumiendo algún tipo de drogas.

— ¿Y este maricón quién es? — Preguntó uno de ellos, se veía ya mayor, mucho mayor a ellos.

— SeungHyun, este es el tipo del que te hablé.— Dijo Johnny, pasando su brazo izquierdo por sobre los hombros de Kyungsoo, que era bastante más bajo que él.

— Así que tú eres, ¿Viniste a mostrarme tu ridículo culo? — Dijo y soltó una risa, burlesca.

No pudo ni siquiera levantar la vista, se sentía tan inferior y atemorizado por esas personas, quería salir corriendo de allí a toda prisa, escapar y gritar, gritar tan fuerte que la garganta se le hiciera pedazos. Su instinto le decía que debía dejar ese miedo de lado y levantar la cabeza, debía observar cada rostro y aprender cada nombre de esos abusivos y lo hizo, miró al hombre frente a él con tanto detenimiento que guardó en su mente la imagen de su rostro como si de una fotografía se tratase.

— Sea lo que sea que hayas planeado, Johnny, no te saldrás con la tuya — Esas palabras estaban llenas de todo el valor del mundo, de todo el valor que su pequeño cuerpo poseía y ni él mismo conocía.

Sólo sintió un golpe por la nuca, no lo vio venir para nada, tenía la desesperante sensación de que sus oídos podrían explotar. Cayó de rodillas al piso y más y más golpes vinieron a él, patadas, puñetazos y un pie de gran tamaño aplastó su mejilla para enterrar con toda intención su rostro en el suelo.

Sus ojos entre lágrimas se mantenían abiertos, algo en su interior insistía en recordar cada rostro, cada voz y cada nombre si era posible, mas se dio cuenta de que su abusador de siempre contemplaba la escena con su ceño fruncido y junto a él su inseparable cómplice de la misma manera. 

Uno de los otros hombres afirmó su débil cuerpo por los brazos mientras otro bajaba sus pantalones a la vista y paciencia enferma de los demás, que reían y celebraran tales acciones.

— Te dije que sería divertido...— Soltó SeungHyun abrazando por los hombros a Johnny quien no dejaba de mirar a su víctima de abuso siendo atacada de esa manera, incluso para él era demasiado.

— Creo que es suficiente.

— ¿Suficiente qué?

— Lo que le hacen, es suficiente.

SeungHyun rió con tal fuerza que retumbó en el lugar, los demás tipos se detuvieron un poco, era una risa llena de maldad.

— Es todo suyo muchachos, Johnny dice que es su regalo por haberlo aceptado en la pandilla.

KyungSoo para ese momento estaba completamente desnudo, moreteado y lleno de miedo, ni siquiera podía hablar o decir algo mientras que sus ojos no paraban de estar encima de Johnny, como suplicando en silencio su ayuda.

La sumisión fue abandonando su cuerpo y comenzó a gritar y defenderse de esos tipos que no dejaban de golpearlo y sostenerlo mientras que otro se acomodaba entre sus piernas y las abría más. Estaba a punto de ser violado y fue justo en ese momento cuando Johnny se abalanzó sobre el hombre y arremetió sobre él a puñetazos mientras que Taeyeong intentaba sacar a los demás de encima del pequeño cuerpo magullado de KyungSoo.

Continuará...

——————————————————————————————————

Había tardado mucho en actualizar esto y pido disculpas por ello, me podré al día y lo terminaré.

Me da mucha alegría que aún lo leen, incluso sin actualizar he visto que las lecturas han aumentado y eso de verdad me da mucha alegría. Se los agradezco mucho.