Primer día, de clases...
No estaba seguro de cómo sería todo ese nuevo ambiente y estaba temeroso, lo sabía, era claro. Mientras arreglaba el cuello de su camisa frente al espejo se podía ver claramente como sus manos temblaban haciendo algo torpe su trabajo.
Lo recorría una sensación de calosfrío por todo el cuerpo de sólo pensar en las miles de situaciones que rondaban en su cabeza, su imaginación.
Atravesó la puerta de su habitación tragando grueso.
KyungSoo siempre fue de la clase de chicos que caminan a tu lado haciendo que su propia existencia fuese más pequeña de lo habitual con tal de pasar desapercibido. Mientras menos lo notaran, mejor para él. Tal vez si te lo toparas en la calle ni siquiera lo notarías o mirarías, a menos claro, que chocara de lleno contigo así como lo acababa de hacer un chico moreno, más alto que él al cual apresuradamente pidió disculpas.
— Lo siento, lo siento... No te vi.
— Tranquilo, no hay problema.— Soltó el moreno.
KyungSoo apresuró su paso para llegar a su salón de una buena vez y allí se encontró con algo nuevo, que no había notado en su carrera hasta el lugar. Era un colegio mixto. En su salón había tanto chicas como chicos y eso, en algún grado lo relajó; quizá así no sería tan malo.
O eso era lo que esperaba.
Sintió de lleno la mirada de la mayoría en aquel salón, claro, todos se conocían de antes y él era el chico nuevo ¿qué le hacía pensar que sería aceptado por todos ellos? Agachó su cabeza y se apresuró a tomar asiento en la última fila, junto a la ventana lo que causó la risa de unos cuantos y miradas burlonas entre ellos. Sentía deseos de salir corriendo en ese mismo momento, no quería repetir la misma situación. No quería estar en un lugar y sentirse tan incómodo.
— Ese es mi asiento.— Declaró una voz grave junto a él, no se había percatado de la presencia de un chico casi junto a su pupitre.
— Oh, l-lo siento.— Se levantó.
Y ahí fue cuando cayó en la cuenta de quién era, sí, el chico que había estado mirando casi todas las semanas durante el verano. El mesero de aquella cafetería, sabía su nombre por haberlo escuchado un par de veces de boca de las demás personas que trabajaban allí "ChanYeol".
— No te preocupes, puedes quedarte allí. Me sentaré en éste.— Indicó el que estaba frente a KyungSoo en ese momento.— Mi nombre es Park ChanYeol, ¿y el tuyo? — No lo había reconocido, para su suerte. Pero en su rostro estaba la misma amplia sonrisa llena de positivismo que adoró en primera instancia.
— Do KyungSoo.— Dijo y de alguna forma rara terminó estrechando su mano con la del alto antes de que ambos tomaran asiento y llegara su profesor de clase.
La parte incómoda del primer día fue cuando su maestro lo presentó ante todos, nadie le quitaba la mirada de encima pero con sus saludos y preguntas en los recesos pudo caer en la cuenta de que eran muy agradables, por lo menos la mayoría allí. Pudo memorizar el nombre de unos cuantos chicos, JongIn era el moreno con el cual chocó antes de ingresar al salón, MinSeok uno tan bajito como él, JongDae, Kris, BaekHyun... Y tantos más que sólo pudo guardar en su memoria por el rostro. Ya habrían días para aprender nombres y de las chicas, del único que no se olvidó fue del de Rosé, esa chica parecía tener un imán para ChanYeol y era bonita, muy bonita. No dudó de la posibilidad que ellos tuviesen algo en realidad, eran muy cercanos.
Con el pasar de los días se pudo sentir más cómodo entre aquel grupo de personas, estaba tranquilo y por primera vez sentía que encajaba, no era algo que estuviera buscando realmente pero le gustaba que así fuera.
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Bullying: Do Kyung Soo.
Fanfic❝. . . los pies de KyungSoo iban lo más rápido que podían ya fuera del sendero, el césped húmedo, las hojas y ramas sonaban amenazantes bajo sus pies. Avanzó entre los árboles perdido y desesperado, agitado; su corazón estaba tan acelerado que sentí...