【Capítulo 4】

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Dos meses después.

Su vida tuvo un cambio, había calma y se estaba acostumbrando a sentir y disfrutar de aquella tranquilidad que le daba ir a casa y no estar solo en ningún momento, porque demonios, esos dos chicos no le dejaban en paz.

Dentro de todo este tiempo su cercanía con JongIn fue más grande que antes, tras cada día que transcurría era a él a quién terminaba por contarle las cosas más íntimas o tal vez sin mayor sentido que podía ocurrir en su vida, pero aún no se atrevía a decir nada más allá. Quería que aquel chico de tes morena siempre estuviera a su lado, para brindarle esas tan cálidas palabras de apoyo que le daba hasta ahora cada día y con detalles tan pequeños. Era una persona que le inspiraba más confianza que cualquier otra.

En cambio ChanYeol, bueno, también lo consideraba su amigo hasta cierto punto. Con él era más difícil, ya que su compañía le ponía nervioso cada vez más, quizá hasta lo intimidaba. ¿Por qué tenía que ser así? Cada vez que reían perdía su vista en las expresiones del alto, para nada lindas ya que su cara se transformaba tanto al hacerlo, parecía un duendecillo poco atractivo pero aún así le encontraba tan adorable. Más que cualquier cosa, lo que le gustaba de estar con ChanYeol era esa calidez en su pecho y el cómo su corazón se agitaba al punto de desesperarlo. De ChanYeol también le gustaban sus orejas, su cabello, su voz gruesa y profunda aún si tenía actitudes infantiles; no era normal sentir y admirar todo aquello si sólo se trataba de un amigo, con JongIn al menos todo eso no le pasaba.

KyungSoo nunca se cuestionó nada de él, no tenía tiempo de eso por estarse ocultando de otros chicos. Tampoco conoció mucho a las otras personas a su alrededor que parecían también despreciarlo, sin saber que era lo tan malo que había hecho. Él se comportaba como cualquier otra persona, como cualquier otro chico.

Nunca le gustó nadie, no sabía como era todo aquel proceso hormonal, todas esas señales que te da tu propio cuerpo y mente al estar pensando en otra persona. No sabía como se sentía un enamoramiento. Pero no podía, aunque quisiera, dejar de pensar en el chico que ciertos días a la semana trabajaba en el café de su familia con tal de ayudar, aquel chico que lo defendió aún sin saber pelear. Incluso se podría asegurar que ver a esa persona todos los días era su motivo de levantarse en la mañana con una sonrisa y ganas de ir a la escuela, sólo temía que alguna otra persona se diera cuenta.

Él era hombre, ChanYeol también y ante los ojos de la sociedad eso no era aceptable, no era normal según nuestra naturaleza. . . Era tan difícil para él mismo hacerse la idea de que su sexualidad jamás le haría sentir todo aquello por una mujer, ¿por qué demonios los ojos de las otras personas influyen tanto en nuestra vida íntima? No debería de ser así.

¿Le gustaba ChanYeol?

Sí, él creía que le gustaba ChanYeol.

Park ChanYeol era la primera persona que le gustaba a Do KyungSoo.

Jamás tuvo oportunidad de estar a solas con él hasta el día en que JongIn no fue a la escuela por estar enfermo, ellos tres siempre caminaban a casa a pesar de que dos de ellos no se llevaran bien. Incluso hasta ese punto, no entendía por qué ChanYeol los acompañaba siempre, no sentía que ellos dos podían ser cercanos de alguna manera. Realmente han sido pocas las veces que ambos hablaron de cosas externas a los deberes o el mismo grupo de amigos.

El camino se hizo más complicado para el más bajo debido a que le avergonzaba que el alto pudiese escuchar como su corazón golpeaba tan fuerte las paredes de su tórax, como si se hubiese salido de su lugar para hacer un escándalo que le tapaba los oídos y pareciera que el maldito quería escalar por su garganta para acusarlo de alguna manera con su compañero de clase.

"¿Sabes? Soy el corazón de KyungSoo y el pendejo está loco por ti, es cosa de que le mires como le tiemblan las manos al tenerte cerca. Buen día."

KyungSoo soltó una risa nerviosa, ¿cómo podía pensar en esas cosas justo en ese momento?

- ¿Pasa algo? - Preguntó ChanYeol al escucharlo, le miraba justo en ese momento.

KyungSoo tragó grueso.- No, no pasa nada. . .- Mintió.

"Claro que no pasa nada, sólo me gustas mucho y la situación me está matando lentamente."

ChanYeol :

Un día estaba completamente seguro de lo que sentía por Rosé, tomaba su mano y se sentía afortunado de que una chica tan dulce y linda como ella hubiese puesto sus ojos en él. Le mataba la inseguridad cada vez que alguien la miraba así como lo hacía él antes de ganarla.

No eran nada oficialmente, pero toda la escuela sabía que un día llegarían a ser más que algo, eso y él estaba completamente seguro de que ese propósito y deseo que venía del año anterior se cumpliría pronto. O en serio eso es lo que creía.

Durante el verano vio muchas veces a alguien, un rostro que se empeñaba en esconderse tras los libros, libros grandes. Le causaba intriga saber como era aquel rostro de frente. De las innumerables veces que le atendió pudo detallar con dificultad un par de ojos redondos y negros, luminosos, unos labios gruesos en forma de corazón pero era un detalle que debía de confirmar ¿y si sólo en su imaginación los había dibujado con esa forma?

Entrando a su primer día de clases su estúpido corazón dio un vuelco, no, no era por Rosé. Reconoció al par de ojos y labios sentado en donde él acostumbrara.

¿Coincidencia o destino? ¿O ambas cosas eran lo mismo?

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Hoy después de poco menos de cien días podía confirmar que moría por conocer un poco más de aquella boca que lo tentaba aún sin saber, moriría de la pena si un día se diera cuenta de las muchas veces que admiró la curva de sus mejillas, el perfil de su nariz y la pendiente peligrosa de su mentón, sus ojos en cualquier momento podían caer por ahí y perderse en más detalles maravillosos con los que contaba una sola persona. Rosé había pasado cruelmente a un segundo plano en su vida, ya que, ni en sus pensamientos estaba ya. Todo aquel espacio lo ocupaba una sonrisa, una voz que por un par de veces le hizo erizar la piel y los sentidos.

Que difícil era cada día sin tener el valor de acercarse más.

Odiaba que siempre hubiesen más personas interrumpiendo sus momentos, dando más distancia cuando él sólo quería cortarla.

"¿Por qué se ríe así? ¿Por qué ahora que estamos solos ríe de esa manera gustándome más?"

No, no pasa nada. . .

"Quiero que te pasen mil cosas cuando estás conmigo, KyungSoo."

Bullying: Do Kyung Soo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora