XVII. SECUESTRO

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Las avenidas principales de Nochistlán estaban siendo adornadas con artículos navideños en la plaza y en el parían estaban poniéndose las vendimias. Todo estaba siendo organizado para las fiestas mágicas navideñas.

Chantal se encontraba viendo la novela admirando al papasito de Fernando cuando llegaron sus amigos y su novio.

-Te dije, mi amiga prefiere que la maten antes de pisar una iglesia.

-¿Qué onda chavos?-. Se paró de la silla, se bajó la blusa de La Cuca y abrazó a su novio para recibirlo con un abrazo, éste sin soltarla de la cintura le preguntó.

-¿Pensé que te vería en misa?

-Yo no voy a esas cosas, no soy católica.

-¿Cómo puedes decir eso si tu mamá es muy devota?-. Miguel miraba intrigado a Chantal, ésta pregunta le incomodaba. Se alejó de Gabriel y se le puso enfrente a Miguel.

-¿Qué tiene de malo no ser católica?-. Lo miraba furiosa, Miguel tuvo que retroceder un paso.

-Nada-. Lo dijo dando un trago de saliva. Chantal se giró y se sentó.

-No creo que para ser el bien alguien tenga que ser religiosa, la maldad existe en los mismos mensajeros del que llaman dios.

-En eso te equivocas-. Replicó Miguel, lo que provocó que Chantal se parara de golpe y respondiera.

-¿A no? ¿Te doy una lista de sacerdotes asquerosos que han violado niños e incluso a estudiantes sacerdotes?-. Miguel aceleró la respiración, la pelea verbal era evidente. –La religión, la católica, la testigos de jehová, los cristianos, los mormones, todas esas pendejadas hablan de humildad, de ayudar a los demás, son puras mentiras, sí así fuera, porque el vaticano no renuncia a sus riquezas y se la da a toda la gente que vive en la calle y que lo único que comen son sobras podridas de personas que se dan el lujo de tirarlas en la basura.

-¡Eso no tiene nada que ver con nuestro padre!

-¿A no?, ¡Entonces con quién!-. Los jóvenes estaban exaltados por los puntos diferentes de opinión.

-Amor, tranquilízate, no es bueno discutir por estas cosas-. Miraba a Miguel sorprendido por la actitud agresiva de su novia.

-Gabi tiene razón chavos, además bombón, mi amiga detesta todo lo que tiene que ver con dios desde que su padre las abandonó-. El rostro de Miguel miró compasivo a Chantal.

-A veces Dios nos pone pruebas para fortalecer nuestra fe-. Agregó Miguel.

-Dios no tiene nada que ver, hago más bien ayudando a mi madre en la lavandería que estar dándome golpes de pecho-. Concluyó Chantal.

-Muy bien amor, eso que dices es verdad, entonces nos quedamos contigo hasta que venga tu mamá porque queremos llevarlas a comer con Doña Chuy.

-Ustedes siempre planeando cosas tan padres para nosotras, son unos románticos-. Finalizó Yuridia dándole un beso a su novio.

Momentos más tarde llegó su mamá.

-¡Chantal hija, vamos a comprar algunos adornos para la casa!-. Dijo Cristina, miró a los jóvenes.-¿Ya hicieron planes?

-Sí, pero podemos hacerlos otro día-. Respondió Gabriel.

-Sí ma', sabes que me encantan las compras navideñas.

Cristina cerró la lavandería y al voltearse vió a su hija abrazando a su novio, a pesar de que veía contenta a su hija a lado de Gabriel, su sexto sentido materno sabía que no era lo que su hija deseaba en realidad, pero le daría la oportunidad a su hija de tener momentos de tranquilidad y dejara de pensar en el amor que había perdido.

EL TALISMAN DIVINOWhere stories live. Discover now