•Introduccion•

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Frank Iero, un hombre de 22 años, acababa de salir de la escuela de policías, tenía su título y estaba listo para ir a buscar empleo.
Por el momento, tenía qué vivir con su madre.

-- ¡Frank levantate, ya debes tomar desayuno!-- Frank no extrañaba eso, definitivamente.
Sólo pudo gruñir.

-- si no te pones de pie ahora abriré las cortinas-- Frank se sentó en la cama de mala gana frotando sus ojos.

-- ya mamá, ya estoy despierto-- Frank se estiró y vio cómo su mamá salía de su habitación.
Se levantó poniéndose sus pantuflas y caminó hasta el baño aún medio dormido.
Se miró al espejo y suspiró, se veía horrible.
Pasó de eso y se comenzó a lavar los dientes, una vez acabó encendió la ducha y se metió maldiciendo porqué quizás su madre no había pagado el gas.

Salió del baño con una toalla amarrada a la cintura y el cabello goteando.
Entró a su habitación y se puso lo primero qué encontró, unos jeans negros rasgados, una remera negra algo angosta con el dibujo de una calavera y unos botines, salió de su habitación y tomó su polerón de pink floid.

-- ¡Me llevaré el auto!-- Frank gritó y salió de la casa, se metió al garage y sacó el auto de su madre y fue rumbo a la oficina de policía.

[....]

-- Muy bien señor Iero, al parecer, es un buen chico, escuche-- el hombre qué impartía la entrevista sonrió-- le daré un empleo, será sólo temporal hasta qué demuestre qué puede más, usted será Guardia de la prisión, vigilará la sala de visita telefónica, ¿está usted de acuerdo?.

-- s..si-- susurró Frank sonriente-- si, será un gusto.

-- bien, retire su uniforme cuando salga y tiene qué estar aquí a las 8:30a.m-- Frank asintió y salió de allí sin antes decirte un "adios" al oficial.

DAYS IN JAIL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora