DAYS IN JAIL

•Uno•

Eran las 8:30 y Frank se encontraba recibiendo instrucciones de un oficial, mostrándole lo qué debía hacer.

La verdad estaba algo adormilado por el echo de qué su madre lo despertó a las 5:30a.m para qué se preparará.
Cómo sea, se había tomado un café y ya estaba en sus cinco sentidos.

Observó la sala de visita telefónica, era algo aburrido, habían dos o tres mujeres qué hablaban con lo qué parecían ser sus hijos, llevaban allí cómo una hora, se les estaba acabando el tiempo de visita.
El trabajo de Frank era simple, tomar apuntes de los nombres de las personas que entraban y a los qué visitaban, luego debía gritar el nombre del recluso al cuál venían a ver y mostrarle a la persona el cubículo qué deben usar para hablar con la persona.

De tanto aburrimiento Frank comenzó a ver mejor el lugar, en una esquina había una máquina emprendedora de golosinas y gaseosas, en el otro habían algunos sillones t del otro lado estaba la parte de las llamadas.
Sus ojos pararon al ver a una pelirroja entrando a la sala.

-- buenos días señorita, podría usted decirme a quien viene a visitar-- habló Frank con una sonrisa amable, que decayó un poco al ver la cara de enfado de la chica.

-- no soy una chica, por dios, soy un chico-- Frank se sonrojó.

-- u..uh..yo..lo..lo siento, ¿si?-- el chico asintió ahora sonriendo un poco-- ¿podría decirme su nombre y a quién quiere ver?.

-- Me llamo Gerard Way y vengo a ver a Mikey Way-- habló el chico.

-- ¿cuantos años tiene?-- Frank apuntaba lo qué el más alto decía.

-- Tengo 19 años-- susurró, perfecto, el chico era menor que el pero aún así le sacaba una o quizás dos cabezas-- ¡Traigan a Mikey Way!.

Gerard observó con una ceja alzada al oficial Iero.

-- acompañeme-- Gerard acompañó a frank hasta uno de los cubículos.

-- aquí debe hablar co-- Frank fue interrumpido por Gerard.

-- conozco el proceso, vengo siempre-- Frank asintió y volvió a su lugar, atendiendo a los pocos visitantes que venían entrando.
[......]

Había pasado cerca de media hora desde qué Gerard había entrado al recinto, y era esclavo de la mirada de Frank, este había quedado fascinado en cierta forma por este, tenía un rostro amigable, cuerpo normal y ropa ligera.

-- ¡Iero!-- Frank saltó en su lugar al escuchar su apellido, miró de donde venía la voz y se encontró con otro oficial-- así que tú eres el novato.

-- así es -- susurró nervioso, el oficial tenía una frente colosal.

-- soy urie, Brendon Urie, puedo ayudarte aqui-- habló el chico-- este lugar puede ser caótico.

-- ya lo creo-- habló Frank, miró a la mesa telefónica y vio que el chico pelirrojo ya estaba sólo, y tenía una pequeña sonrisa en su cara.

-- ¿Gerard Way?-- preguntó el chico-- creí qué eras hetero.

-- ¿Qué?-- Frank se había perdido en el cuerpo del pelirrojo.

-- Que no creí que fueras gay-- habló el chico-- además, way siempre viene, podrías conquistarlo si te lo propones-- habló Brendon.

-- no soy gay, soy bisexual, además, por dios, no me enamoré-- habló Frank con voz desinteresada.

-- ¿ah no?, eso es lo más divertido qué escuché en todo el día-- el azabache sonrió-- amor a primera vista le dicen.

Ambos observaron cómo el pelirrojo se levantó de su silla y salía del resinto.
[......]

Frank llegó a su casa cerca de las 8:30p.m y se encontró con la cara de su madre en la puerta.

-- Frank, hijo, ¿cómo te fue?-- Frank dejó su morral en el sillón.

-- Me fue bien mamá -- habló Frank algo sonriente, caminando hasta la cocina para hacerse un tazón de cereales con leche de soya.

-- te enamoraste-- habló su madre siguiendolo, al parecer no tenía nada mejor qué hacer.

-- n..no-- susurró comenzando a comer.

-- Frank te conozco, y sé cómo eres cuando te enamoras-- su madre sonrió-- ¿Quién es la afortunada?.

-- es un chico mamá -- habló frank-- y lo vi en el resinto, fue a ver a su hermano, al parecer.

-- oh, ¿es bonito?-- preguntó.

-- si qué lo es -- Frank no sabía cómo tomó el valor para decirle eso a su madre, o peor aún, para admitir de qué le gustaba Gerard.