Iғ ᴛɪᴍᴇ sᴛᴀɴᴅs sᴛɪʟʟ ➳ [ᴢᴀʏɴ ᴀᴜ] || ᴇsᴘᴀñᴏʟ

10. Eɴᴄᴀɴᴛᴀᴅᴏ ᴅᴇ ᴄᴏɴᴏᴄᴇʀᴛᴇ

Aylin's POV

—Holaaa. —Un chico alto y musculoso usando una camiseta me saluda en la puerta, dejándome en completo blanco por un momento mientras intento recordar si esta es la casa correcta o no.

—Hola. —Sonrío—. Mmm... ¿está Zayn?

—Depende, ¿quién lo busca? —Coloca sus lentes de sol sobre su cabeza, revelando unos nublados ojos verdes que podrían hipnotizar a cualquiera.

—Soy Aylin. —Le doy una sonrisa con los labios apretados en tanto me mira de pies a cabeza. Sin embargo, en el instante en que le digo mi nombre, su expresión demuestra sorpresa.

—Aylin. —Pone una sonrisa, enseñando sus perfectos dientes—. Encantado de conocerte. —Estrecha su mano para que la tome—. Soy Clinton.

—Encantada de conocerte también. —Me río entre dientes mientras sacude mi mano. Aclaro mi garganta sintiéndome algo incómoda—. Entonces... ¿está Zayn o no?

—Sí, está arriba. Pasa. —Se hace a un lado para dejarme entrar. Por supuesto que tiene amigos atractivos—. ¡Zayn!

—Deja de gritar, mi tía sigue durmiendo. —Zayn baja las escaleras usando un pantalón de chándal negro y un polerón con gorro a juego- excepto que el polerón está abierto y no está usando nada debajo.

No sabía que tenía tantos tatuajes. Cubren todo su pecho y no puedo evitar mirarlo, intentando entender qué es cada uno... pero todo lo que reconozco son unas alas.

—Aylin —habla, alzando sus cejas—. Esto es una sorpresa.

—Sí, justo pasaba por el vecindario —bromeo, esperando que al menos ponga una sonrisa y, gracias al cielo, lo hace.

—Justo estábamos hablando de ti. —Clinton pone una mano en mi hombro, pero no puedo quitar la vista del torso magro de Zayn y el pequeño camino de vello que lleva hacia... dentro de su pantalón.

Detente. Detente. Detente.

—Este hizo un desastre con mi camiseta. —Apunta a su amigo, obviamente notando que estoy mirándolo—. ¿Qué te trae por aquí?

Tengo la sensación de que todo mi cuerpo se sonroja y lucho por recordar por qué vine aquí en primer lugar.

Zayn observa a su amigo, luego siento que su mano desaparece de mi hombro y que se ríe.

—Voy a dejar que conversen. —Clinton se excusa—. Encantado de conocert-

—Vete. —Zayn demanda.

Clinton solo se ríe ante la petición y nos deja solos en la sala de estar. Observo que Zayn sube el cierre del polerón hasta la mitad, lo cual no lo hace menos tentador. Trago con fuerza.

—Quería hablar contigo —digo—. Pero hacerlo por mensaje o por teléfono habría sido bobo y vives justo aquí, así que...

—¿Es malo? —pregunta, sus cejas se arrugan.

—¡No, no! —respondo rápidamente—. No lo es. Solo quería hablar en persona.

—Oh. —Suspira, luego mira a su izquierda donde su amigo está comiendo en la cocina—. Podemos hablar aquí. —Apunta al sofá—. Clinton ocupó mi pieza anoche, así que es probable que siga siendo un desastre.

—Seguro. —Nos sentamos al mismo tiempo. Rasca su barba de una manera nerviosa, esperando que continúe. Olvidé qué tan lindos son sus ojos.

—Entonces, ¿qué pasa? —Sonríe ligero.