PARTE 1-

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Día 3:

A cada momento la recuerdo, aún estamos en la casa de la playa. Hoy hablamos algunos minutos por texto atravez del celular con Internet de mamá, toca que sabe todo de «Ella» y yo. Ella me hablaba de que asistió a una fiesta y que por ir a otra no la dejaron pasar, que terminó en un plaza con muchos chicos y chicas, què bebió tanto alcohol y no recuerda cuantas veces se cayó. Ha dicho una de sus amigas que se tumbaba en el suelo para llorar y llamarme por mi nombre. Eso es lindo aunque no me entusiasma la idea de que ande por ahí embriagada con sus amigos y chicas, pero es mayor de edad y no la puedo privar de nada. Soy un poco celosa también. Ahora voy a los vilos asique dejaré de escribir por un largo rato.

(...)

Puedo decir que acabo de llegar de un paseo por la playa de Pichidangui ya que el bus no ha pasado sólo porque es sábado y porque pasan los días de semana solamente asique decidimos caminar a la orilla de la playa. Mientras todos se basaban los pies y otras partes del cuerpo y reían, y jugaban, y corrían persiguiendose unos con otros, y seguían ríendo yo pensaba sólo en que soy demasiado infeliz sin estar cerca de Ella. No sonrio, ni juego, ni corro detrás de nadie como mi madre, mis dos hermanas y el novio de mi madre, yo estoy sentada en la orilla observadolos y fotografiando pensando en que me habría gustado venir a este viaje con Ella, y mi familia, obvio.

Al llegar me estiro en la cama de mi pieza temporal y me pongo a escribirte lo què he echo durante la tarde. Echo un vistazo al reloj de mi celular y marca las siete con seis minutos Pm. Estamos pringado a comer Hot-Dog nuevamente de once y en todo el día no he parado de pensar en Ella. Dios como la amo y extraño. Ya quiero verla denuevo. En este momento podría seguir escribiendo, pero estoy algo cansada y triste.

«Ella»(lesbianas)TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora