En Silencio

Parte 8

Cuando llegaron a la sala de ensayos, los ánimos de todos estaban decaídos, Shindong sintió una punzada de tristeza, esta sala normalmente estaba rodeada de risas, peleas amistosas, de gritos, ahora todos se veían de mala manera, no pudo evitar sentirse responsable, si todo esto no hubiera pasado no tendría que ver a sus hermanos tan tristes. ¿Debería dejar el grupo? era algo lógico ahora tenía 4 tesoros que cuidar, ¿por cuánto tiempo más podría seguir su vida de artista sin descuidarlos?, ¿podrían llegar a extrañarlo?, no lo creía, quizás para los chicos si seria difícil su partida pero las fans de seguro lo superarían con facilidad ya que él era el menos popular. Podría conseguir algún trabajo desde casa para así poder cuidar de sus tesoritos, quizás podría hacer algún curso de editor y así poder editar vídeos desde la casa, podría comprarse cámaras de vídeo profesionales para así poder comenzar a grabar vídeos, cosas chicas que no le quitaran demasiado tiempo de la vida de sus tesoritos.

Con esas nuevas ideas en mente, decidió ponerse a hacerles bromas a su hermanos, no podía verlos tan tristes, no quería permanecer junto a ellos por más tiempo mientras sabia que podría destruir al grupo. No.

Pasó una semana y las cosas se ponían cada vez más tensas, Teuk estaba cada vez más ojeroso, su humor estaba realmente malo, sobre todo cuando Heechul saltaba alrededor de Siwon a cada instante que le fuera permitido. Había notado como Heechul también se tensaba cuando sabía que Teuk está cerca, pero no podía hablarle, seguramente pensaría que es porque el se quería quedar con Siwon.

Como todas las noches, fue a sentarse en el sillón para poder comer sus galletitas saborizadas de romero bañadas en chocolate que Wook tenía por costumbre prepararles, aunque le pareció una combinación poco apetecible, al darse cuenta de que cada noche Shindong se las preparaba decidió que una o dos veces por semana el mismo se encargaba de bañarlas par sacarle un poco de trabajo.

Vio como Siwon salió de la habitación caminando con lentitud hacia el, pudo ver la preocupación reflejada en su cara, tras sentarse, comenzó a temblar y Shindong lo abrazo, apoyándolo contra él, sus tesoritos al sentirse comenzaron a moverse, pero en este momento se enfocó en consolar a Siwon.

- Todo va a está bien, no te preocupes - le decía una y otra vez sin parar.

- No, no lo va a estar - su voz sonó tan quebrada - como puede estarlo si no puedo mirarte con libertad, si no puedo abrazar o acariciar a mis cielitos en público, me siento tan mal por arrastrarte a todo esto.

- Tranquilo, te prometo que todo saldrá bien, encontraremos una forma - agrego un poco más de fuerza al abrazo - yo dejaré el grupo, buscaré la forma de trabajar y poder estar con nuestros tesoritos, podrás venir a verlos cuando quieras, yo no te detendré y al menos así, a la distancia podremos mantener nuestro corazón durante más tiempo, esto está afectando demasiado a los chicos ya y no quiero seguir siendo el causante.

- No, no te iras - dijo molesto - porque si te vas me voy contigo, no voy a permitir que escondas la cabeza cuando los dos somos responsables.

- Siwon, no solo estamos destrozando al grupo, yo me siento sucio, soy tu amante siendo tu destinado y lo peor es que me siento el amante de estos tesoritos - dijo tocándole la panza - verlos a escondidas y hablarles en secreto, entiende por favor.

- No, no me vas a dejar - Siwon lo abrazó con fuerza - no te dejaré.

No dijo más nada, sabía que Siwon no lo dejaría irse, pero tampoco quería actuar a sus espaldas, después de unos minutos más de hablarse uno a la panza del otro, se despidieron, con la mirada, mientras Shindong ayudó a Siwon a pararse.

- Así te quería agarrar - grito Heechul a pocos metros de ellos, al notar como Siwon también se sorprendió y cayó sentado en el sillón una vez más, comprendió que tampoco él lo había sentido. - ¡deja de coquetear con mi destinado, cuantas veces tengo que decírtelo, dejalo en paz! - grito y Shindong pudo ver como Heechul cargaba contra él, tratando de pegarle, se hizo un ovillo tratando de cubrirse el vientre - ¡Que te quede claro es MI DESTINADO! ¡por tu culpa no he recibido su marca, por tu culpa el no me ha querido tocar desde ese bendito celo, por tu culpa y de eso bastardos que viene en camino.