Un Regreso Inesperado

CAPÍTULO 26

Un fuerte estruendo resonó dentro de aquélla celda poniendo en alerta a todos los que custodiaban el lugar.

— ¿¡Qué fue eso!?. — temiendo por la integridad de la Hokage Sai se apresuró a entrar seguido por varios anbus. — ¡Lady Tsunade! ¿Está usted bien?

— ¿Acaso les he ordenado ingresar?

Preguntó fastidiada al verse interrumpida.

— Lo siento, creímos que...

Una figura de cabello rosa irrumpió ferozmente en la celda con su puño cargado de chakra dispuesta a matar. Todo sucedió tan rápido que ningún anbú estaba preparado para detener semejante ataque.

Nadie podría frenarla... excepto Lady  Tsunade, que justo antes del ataque logró pocisionarse frente a Lynn para evitar así el golpe mortal.

Sakura apenas y pudo reaccionar cuando sintió su cuerpo paralizarse.

— ¡CREÍ HABER SIDO CLARA CONTIGO!. — contuvo sus ganas de propinarle unas buenas cachetas para que entrará de una buena vez en razón. — ¡Saquenla de aquí!.

— ¡No me ire de aquí hasta qué...

Sus palabras murieron en el aire, todo comenzó a nublarse hasta el punto de volverse oscuro para poco después perder la consciencia.

Unos fuertes brazos evitaron su caída sujetándola firmemente.

— Yo me encargaré de élla.

— Asegúrate de encerrarla bajo llave si es preciso.

Sasuke hizo contacto visual con Lynn, ambos sabían que la situación había escalado demasiado lejos y que difícilmente élla podría librarse.

Estuvo a escasos metros de acercarse pero la imponente voz de Tsunade lo detuvo en el proceso.

— ¡UCHIHA! ¡SAL DE AQUÍ AHORA!

— Tienes qué contarselo todo.

Se apresuró a decir cargando a Sakura en el proceso para después desaparecer.

Tsunade ordenó a todos abandonar la celda de interrogaciones quedándose a solas con Lynn.

— ¿Ahora si vas a decirme la verdad?

— Supongo qué ya no tengo más opción.

[❤️]

Con bastante pesadez sus verdes ojos se fueron abriendo lentamente, desconocía el lugar en el que se encontraba así que se incorporó quedando sentada en la sueve cama para poder inspeccionar todo a su alrededor, solo una tenue luz lograba colarse a través de la ventana.

¿Dónde estába?

Lo unico qué recordaba erá haber estado en aquella celda con el claro objetivo de matar a Lynn de un golpe fuerte y certero, lastimosamente algo la había frenado y su cuerpo se había paralizado para después perder la consciencia.

¿Qué demonios había pasado?

Se levantó de la cama, no reconocía ese lugar, intento abrir la puerta pero esta tenía seguro.

Continuó inspeccionando la habitación hasta qué el sonido de la cerradura penetró en aquél obscuro y silencioso lugar.

— Debí haberlo imaginado. — la molestia en su voz fue muy notoria al verlo a él. — ¿Dónde estoy?

— En mi casa.

— ¿Y se puede saber qué hago aquí? ¿Qué demonios me hiciste?

— Volviste a perder la razón.