Fin de semana.
Eso significa una sola cosa.
Los amigos de mi hermano en casa, los dos días.
No es que me lleve mal con ellos, de lo contrario, nos llevamos de diez sólo que aveces (por no decir siempre) se ponen muy gedes y son insoportables.
Ahora mismo solo esta Michael, los demás no llegaron.
Rinnng
Retiro lo dicho, ya llegaron.
Me levanto de mi cama que cabe aclarar que esta muy cómoda y calentita, bajo las escaleras y me encuentro con la vagancia.
Más de 5 monos en su hábitat natural, que para mi mala suerte es mi casa.—Hola Abby, ¿todo bien? –pregunta Riley.
—Si, hasta que llegaron –le sonrió y miro a Michael.
—Bueno, dejen de comerse con la mirada chicos –bromea Dante.
—Si Mich, deja de mirar así a mi hermana, vamos a jugar. Adiós alien.
—Alien tu abuela –todos me miran raro- ¿qué? Dejen de mirarme que la belleza no se pega –hice pose de diva porque yo siempre diva nunca indiva.—Me voy a fuera Monos.
Salí al patio a tomar aire y mirar a Tessa, nuestra mascota.
Tessa estaba jugando con... ¿otro perro? Pero ¿qué?, Yo solo tengo una perra.Me acerco a ver mejor, por ahí era un perro del vecindario, pero no, no lo era.
La puerta del patio estaba abierta así que supongo que habrá entrado por ahí.
Bueno, no pasa nada supongo, es un lindo perrito.
Sólo se me hace raro como pudo llegar hasta casa, pero ya fue, ya está adentro.Me sente y me dispuse a mirar a los cachorros, son tan lindos.
Estaba todo tranquilo, pero como es mi vida ya me vinieron a molestar.—Son lindos, ¿no? –pregunta alguien detrás mío.