Capitulo 7:

182 8 0
                                    

Aquélla noche Camila no había podido dormir, ya que su mente la estaba matando de tal manera que pensaba que se iba a estrellar la cabeza contra la pared. En alguna parte de su cabeza sentía remordimiento ante lo que había provocado en la ojiverde sin querer y aquéllo la destrozaba.

No sabía como solucionar las cosas, pero trataría de hacerlo, aunque aquéllo no salgase del todo bien. Después de todo trataba de dejar de pensar, porque realmente quería querdarse al lado de aquélla oji-verde que tanto le encantaba, la misma que estaba recostada sobre su pecho soltando pequeños suspiros y pequeñas palabras entre sus sueños.

Definitivamente Camila estaba enamorada de aquella mujer desde el primer día que la vio. Le había costado entenderlo, pero con el tiempo lo aceptó.

La morena observó por la ventana el hermoso amanecer y entendió que estar allí, después de todo no era una catástrofe, ni un error, solo era cosa del destinó.

Por la postura del sol faltaba tan solo dos horas para que Lauren despertará. Y si, llevaba vigilando sus movimientos desde que había llegado a aquél lugar.Se sentía totalmente una mierda al hacerle aquéllo a Lauren, pero no le diría la verdad, no por ahora.

La adolescencia de la morena había sido demasiado movida aunque lo había tenido todo gracias a la fortuna de su padre. Siempre que este se arrepentia de lo que hacía le obsequiaba cosas a la joven con tal de poder ser perdonado por su hija mayor.

Alejandro no era una de las mejores personas para confiarse, mucho menos si se trataba de algo sumamente delicado. No solía llevar las cosas con calma y más de una vez perdía la paciencia por sus hijas e esposa.

En la escuela Camila tenía las mejores notas y muchas personas se burlaban de ella sin saber lo que pasaba por su cabeza. Tenía solo 2 amigos, pero al terminar la preparatoria dejo de hablar con ellos. Comenzo a salir a fiestas acostarse con personas, drogarse y perder la memoria de tal manera que se le hacía sorprendente.

Cuando la latina cumplió la mayoría de edad sus padres se separaron, y eso en parte la destrozo. Pero lo entendió cuando recordó que una de esas noches locas que había tenido había visto a su padre salir de la fiesta con otra mujer. En aquel momento la furia contra él y las ganas de ahorcarlo con sus propias manos comenzaron a florecer desde lo más profundo y oscuro de su corazón. Su padre comenzó a llevar a aquélla mujer a la casa, a revolcarse en la misma cama en la que solía dormir con su madre, en el mismo sofa que solía convivir con su familia. Familia que ya no existía por su culpa.

Con el pasar de los meses Camila comenzó a tenerle asco a su padre y al apellido Cabello. Trataba de estar lo más lejos posible de él, con tal de no verlo. Entonces comenzaron los insultos y golpes, las visitas casi diarias al hospital y las escapadas de su casa a la casa de sus amigos o de su madre. Hasta que la bomba explotó al cumplir 19 años de edad. Justo el mismo dia de su cumpleaños luego de prepararse mentalmente de lo que iba a hacer.

La morena nego con suavidad y cuidado para no despertar a Lauren y suspiró ante los recuerdos.

Lauren: buenos dias-habló con la voz ronca.-

Camila: ¿Te desperte?-expreso con preocupación y Lauren soltó unas risitas asintiendo.- lo siento-dijo apenada.- no fue mi intención-murmuró.-

Lauren: esta bien, tranquila-le sonrió transmitiendole tanta tranquilidad que no lo podía creer.- vamos a desayunar, aunque por tu cara dudo que hayas dormido-volvió a soltar otra risita que hizo que la más chica sonriera.-

En aquellas horas realmente nadie estaba despierto, uno más que otro, pero si que seguía habiendo guardias vigilando todo. Miraban de forma extraña a aquéllas dos chicas, ya que habitualmente eran casi las últimas en salir de la habitación e ir a desayunar.

Había gente en el gran comer preparando las cosas para que en menos de 40 minutos se llenará con personas, con una gran sonrisa las recibieron y les sirvieron algo para desayunar.

Camila: de alguna manera me siento como en la preparatoria de nuevo, lo cual realmente me asusta-le confesó a la oji-verde.-

Lauren: creó que eres la primera persona que me dijo eso-sonrió mientras volvía comer de su desayuno.-

La oji-verde penso que era la persona más tierna que había visto, nunca en su vida pensaría que sería capaz de matar a alguien sin pensarlo dos veces. Algo se removió aquélla mañana en el interior de su alma, algo que en ningún momento le había pasado con nadie. Sintió que algo daba un vuelco que su corazón se aceleraba y que al mirarla sus manos sudaban. Al ver a la chica que estaba enfrete solo sentia curiosidad de conocerla más de ayudarla. Los ojos de la misma no eran como los había visto el primer día, tenian un brilló, un brilló especial al mirarla.

Lauren no lo podía llegar a creer. Sentía ganas de pasar toda su vida con la latina, de formar una familia y de ser felices para siempre. Pero después se dio cuenta de donde estaba y sus ánimos se apagaron.

Camila:¿te sientes bien?-por un momento la voz de Ty pasó por su cabeza diciendo las misma palabras que había dicho el día que lo había conocido.-

Lauren: si, lo siento, necesitó ir a buscar a la doctora- habló con rapidez y algo de tristeza levantandose.-

Camila quizo levantarse y decirle que podía confiar en ella, pero no hizo nada. Mientras que Lauren pensaba que por más que quisiera el pasado la seguiría a todas partes, después de todo era parte de ella y no se podía deshacer de aquéllo tan fácil. No lo podía sacar de su mente como si fuese basura y eso mismo le explicó a su psiquiatra, la cuál la entendió, pero ya no sabía como ayudarla, aunque prometió ayudarla de todas las maneras posibles.

Se le acababan las ideas.

El caso de Camila y Lauren (Camren)[TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora