siete

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El clima estaba notablemente lluvioso, lo que dificultaba la investigación pendiente en el hospital mencionado por Kim Henry. Seok se vio obligado a continuar la pesquisa desde la comodidad de su casa.

Ese mes, prácticamente pasó la mayor parte del tiempo en busca de pistas para el caso de Lee Hanna, sin apenas momentos para estar consigo mismo. Con el pronóstico anunciando una inminente tormenta, se aseguró de que su día no tendría interrupciones.

Después de salir de la ducha, encendió la estufa para prepararse su té favorito, vainilla con miel, cuyo aroma delicioso lo ayudaba a concentrarse en sus actividades. Se colocó torpemente una sudadera negra que encontró por ahí y se acomodó con ligereza en el amplio sofá de la sala, que estaba decorado con tonos neutros. Abrió su laptop, descansando sobre sus muslos, y suspiró profundamente. Sabía que tendría que esforzarse para tomarse unas vacaciones lo antes posible.




(...)




Llevaba ya un par de horas absorto en su laptop, rastreando información crucial para el caso, cuando su teléfono vibró con un mensaje entrante. Era Nadine.

El mensaje informaba que Henry, aparentemente, casi no recordaba lo que había sucedido aquella noche, así que no había nada de qué preocuparse. Seok dejó escapar un suspiro de alivio, aunque su expresión permanecía impasible.

Decidió cerrar su laptop por un momento, agradecido por la noticia, y se permitió unos minutos para relajarse antes de continuar con su arduo trabajo.

Se recostó en el cómodo sofá cuando, de repente, se escuchó un estruendo terrible. La tormenta había empezado tras una ligera llovizna. Un par de relámpagos se sumaron rápidamente, azotando el cielo de la ciudad. Estaba seguro de que habría quejas en el grupo de vecinos por la señal de televisión.

Refunfuñó inmediatamente ante la idea de tener que lidiar con sus vecinos.

—Que insoportables...—murmuró para sí mismo. De pronto, el timbre de su departamento sonó fuertemente a pesar de la intensa lluvia. Se mordió la lengua al darse cuenta de que debería haberse mantenido en silencio.

Con pesar, dejó a un lado su laptop y la cobija que lo mantenía caliente. Arrastró los pies hacia la entrada mientras intentaba poner su mejor sonrisa.

—¿En qué le puedo ayudar? —preguntó al abrir la puerta.

Un incómodo silencio se apoderó de la escena cuando se quedó estático en la entrada, pensando que era una broma.

—¿Tú? ¿Qué haces aquí? —su sonrisa se convirtió en una mueca, sus ánimos decayendo.

—Hace un clima horrible, acabo de salir del trabajo, pero avisaron que suspendieron el transporte por la tormenta —dijo Sun Hee, su compañera, que se encontraba enfrente de su departamento. Tenía sentido, considerando que la había encontrado en los contenedores de basura.

—Hablé con el portero sobre ti, así que me dejó subir —explicó ella. Era como si leyera su mente.

—De acuerdo, pasa —aceptó, sin ánimos de discutir, y simplemente cerró la puerta tras ella.

El departamento volvió a sumirse en un silencio extraño. Seok anticipaba que las cosas se volverían incómodas después de aquel día en que visitó el hogar de Sun Hee. Mientras tanto, ella pasaba con una pequeña sonrisa y se sentaba en el sofá más grande y cómodo.

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⏰ Última actualización: Jan 08 ⏰

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Where's she? «KSJ; BTS»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora