seis

141 12 0
                                    

En un rincón oscuro y apartado de la sala VIP, una figura familiar y enigmática yacía en un sofá, sumida en un estado de abandono y desconexión. La figura en cuestión era una persona famosa, cuyo rostro había adornado portadas de revistas y pantallas de televisión en incontables ocasiones. Sin embargo, en ese momento, esa aura de glamour y éxito parecía haberse disipado por completo.

El resplandor artificial de las luces del club se reflejaba en sus ojos vidriosos, que parecían no enfocar nada en particular. El brillo que alguna vez había capturado la atención de multitudes ahora estaba opacado por la mirada perdida y ausente de alguien que había perdido la conexión con la realidad.

El ambiente estaba cargado con el murmullo constante de la música y las risas, pero en ese pequeño rincón, el aire parecía cargado con una atmósfera sombría y pesada. El sonido de su respiración lenta y profunda se mezclaba con el eco lejano de la música, creando una sensación surrealista.

—Kim Henry, ¿te encuentras bien? —Seok se acomodó en el mismo sofá donde estaba el joven.

Su apariencia estaba desaliñada, con cabello revuelto y ropa que parecía haber sido elegida al azar y arrojada sobre su cuerpo. La persona famosa, que solía ser el centro de atención y admiración, ahora era solo una sombra de lo que fue.

A su lado, pequeñas bolsas con restos de sustancias y una serie de objetos que parecían haber sido utilizados en una rutina autodestructiva y frenética estaban esparcidos. Las huellas de la adicción eran evidentes en cada gesto inquieto y en la expresión perdida en su rostro.

—E-estoy... bien...—su lengua parecía entumecida, pero aún así continuó hablando —¿son amigos de Na... Nadine?

—Sí, lo somos —confirmó Seok, sintiendo el peso del ambiente. Decidió quitarse su saco, sintiendo la necesidad de aliviar la tensión —¿qué te trae por aquí?

—N-no lo sé... —a pesar de su estado, su personalidad aún asomaba —maldición, me siento como una v-vaca.

—¿Una vaca? —Seok no pudo evitar un asomo de desconcierto ante el comentario.

—V-vamos, amigo, entiendes a lo que me refiero —Henry hizo un gesto torpe de arriba abajo con su mano —ellas, ya sabes, como v-vacas.

—¿Fue alguna de ellas? —Seok extrajo la foto de Hanna de su bolso y se la mostró al joven —Necesito que nos hables, Henry.

Henry jadeó, claramente impresionado por la imagen en la foto. A pesar de su estado, soltó una risa mareada.

—Exacto... ella era la sensación. —golpeó la foto de la joven, que resbaló de sus manos y cayó al suelo ante la mirada atenta de Sun Hee —¿y por qué me miras así, mocosa?

—¿Dónde está? —Sun Hee rodeó el sofá hasta llegar donde estaban los dos hombres. Agarró el cabello de Henry con suavidad pero firmeza —Lee Hanna, ¿dónde diablos has metido a mi hermana?

Un jadeo involuntario escapó de los labios del joven drogado.

—No... no tengo ni idea, perra. —Sun Hee chistó, su irritación aumentando ante el comentario despectivo. Aplicó más presión al agarre del cabello y forzó a Henry a mirarla —No pareces tan fuera de sí como aparentas, idiota.

—¿Qué estás tramando, Sun Hee? —Seok se sintió cada vez más confundido al ver cómo ella se levantaba y preparaba una inyección con destreza. —¿Tienes experiencia en esto?

Seok se vio obligado a intervenir y sujetar a Henry, cuyo discurso confuso denotaba molestia, mientras Sun Hee acercaba la aguja a su brazo y le inyectaba una dosis de droga sin ninguna delicadeza.

Where's she? «KSJ; BTS»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora