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En la espaciosa y ordenada oficina del investigador, el aire estaba cargado de seriedad y concentración. La habitación estaba decorada con muebles elegantes y funcionales, como un escritorio de madera pulida con una computadora de última generación y una pila de expedientes meticulosamente organizados. Una estantería adornada con libros de investigación y clásicos detectivescos se alineaba en una de las paredes.

El investigador, Seok Jin, estaba sentado tras su escritorio con una expresión concentrada en su rostro, absorto en la investigación, con las hojas y la carta de suicidio de Hanna esparcidas frente a él. Vestía un impecable traje oscuro que reflejaba su profesionalismo y seriedad en su labor..Su mirada se fijaba en cada palabra escrita, tratando de encontrar pistas que pudieran arrojar luz sobre lo sucedido.

De repente, la puerta se abrió, y Sun Hee entró en la oficina. Había sido convocada por Seok, quien quería analizar a fondo la carta y discutir algunas piezas clave que podrían ser importantes para avanzar en la investigación. Ella se sentó frente a él, preocupada pero decidida a colaborar en lo que pudiera.

—Gracias por venir, Sun Hee. He estado revisando la carta de suicidio de Hanna y sigo sin encontrar respuestas claras. Es como si algo estuviera oculto entre las líneas —comentó Jin, mirando a Sun Hee con seriedad.

Ella asintió, comprendiendo la gravedad del asunto. Juntos, comenzaron a repasar la carta, analizando cada palabra y expresión en busca de significados ocultos. Sun Hee ofreció sus perspectivas y pensamientos, aportando nuevos ángulos a la investigación.

Sin embargo, antes de poder profundizar más en la discusión, la secretaria llamó su atención al tocar suavemente la puerta entreabierta.

—Lo siento por interrumpir, investigador Jin y señorita Sun Hee, pero tienen visitantes que están esperando en la sala de recepción. Parece que es alguien importante, ¿desean que los haga pasar ahora o prefieren terminar su reunión primero? —preguntó la secretaria con respeto.

Jin miró a Sun Hee por un momento, evaluando la situación. Sabía que la visita podía ser relevante para la investigación, pero también quería seguir analizando la carta con Sun Hee. Sin embargo, comprendió que no podían ignorar a sus invitados, y que quizás esa persona podría tener información clave.

—Gracias por avisarnos. Hágales pasar, por favor. Continuaremos más tarde —decidió Jin, dirigiéndose a la secretaría con una sonrisa agradecida.

La secretaria asintió y se retiró, mientras Jin y Sun Hee se preparaban para recibir a los invitados.

Seok le echó un vistazo a la joven quien planchaba su saco con sus manos dando ligeros toques, quedando impecable en cuestión de segundos. Una sonrisa burlona salió de su garganta, intentando camuflarla con un malestar llevo su mano cerrada a su boca tosiendo un par de veces.

Unos golpes breves fueron dados del otro lado de la puerta, seguido de una voz grave y autoritaria.

—Adelante, por favor. —Al contrario de lo que esperaba, no se dejó intimidar ni un solo segundo, su postura era ejemplar y Sun Hee quiso imitarlo discretamente para dar una buena impresión.

—Un gusto volver a verlo, investigador Kim —sus palabras acompañaban al hombre de aspecto robusto que portaba un exquisito traje de lujo decorado con mancuernillas bañadas en oro que brillaban al mínimo movimiento.

—El gusto es mío, por favor, tomen asiento.

Usualmente, en sus años trabajando en esa oficina, jamás se había levantado para saludar, agradecer y despedirse de sus clientes, solamente estaba haciendo su trabajo y debía limitarse a eso. Pero, al ver como Sun Hee hacía una gran reverencia mientras les brindaba una cálida sonrisa para hacerlos entrar en ambiente, se sintió obligado a seguirla.

Where's she? «KSJ; BTS»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora