Paso 4

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» No dejes que tu vistima haga aliados, pueden ser una molestia si se enteran de tu plan «

Su día estaba yendo bien, quitando el hecho de que tenía el corazón roto y todo le recordaba a su imposible amor, ¿Como iba a sobrevivir a eso? Le dolía el pecho de una forma, estresante, un dolor que punzaba en su pecho y le causaba revoltijo en el estomago, vayaaaa mierda.

También había que quitar el hecho de que Perú había estado comportándose como madre preocupada, llenándole de comida por que se veía muy "delgado", limpiándole el rostro con una servilleta de papel cada vez que se manchaba el rostro y acomodando sus cabellos rubio cada cuando se despeinaba.

Joder que solo era cabello, Argentina y los cepillos no se llevaban muy bien que digamos ¿Era tan difícil entenderlo?

— Bien Argentina, Chile ya se ha ido así que ... — dijo Perú recargando su mano en la mesa para posteriormente recargar su cabeza sobre esta y mirarlo despectivamente — ¿Que carajo te esta pasando?

Argentina se tenso notablemente, su repentino ataque de sudor y el que haya desviado la mirada y tomado de su jugo de repente lo confirmaba, rápidamente pensó en una excusa que fuera creíble, de hecho todo iba a sonar creíble siempre y cuando no se pusiera nervioso, pero antes de poder decir algo el peruano se le adelanto.

— y ni te atrevas a Mentirme argentino embustero —  eso le saco una risa, pero la cara indignada de Perú seguía allí lo cual le obligo a volver a su lado serio — Anoche llegue de con Chile y estabas en el baño llorando, no te dije nada por que ocupaba que estuvieras calmado y que pensarás las cosas...

— ¿Que hacías en la noche con Chile? — preguntó y un ligero sonrojo se apoderó de la cara de Perú, no por que le gustara el chileno si no por que ese tipo de insinuaciones siempre lograban avergonzarle.

— ¡No cambies de tema! — exclamo rápidamente — mira, yo se que te pasa algo malo así que me vas a contar hijo del infierno ¿Te quedo claro?

— Esa sutileza tuya al animar, enamora — dijo sarcástico haciendo un gesto con su mano mandándole un beso, y aun que Perú quiso verse serio termino riendo al final, argentina también rió y como si su cerebro lo odiara esa acción por parte de Perú le recordó a México, el pelinegro siempre trataba de verse serio pero al final terminaba riendo, eso le jodidamente encantaba de él, ahora no sentía mariposas en el estómago, sentía dragones por aquí y por allá.

— Bueno ya, ¿Quien fue? ¿Por quien llorabas? ¿A quien matamos? — Perú le sonrió sin ganas.

— No vamos a matar a nadie  — respondió con una pequeña risa — Dios mío, ¿desde cuando tienes ese complejo de mamá de los pollitos? — volvió a reír sintiendo que se rompería en cualquier momento.

— Joder ¿los argentinos son expertos evadiendo preguntas o solo tu eres así? — el pelinaranja llevo una papa frita a su boca para luego masticarla — Comienza a hablar, narizón.

— Concha tu madre, pero bueno, voy a hablar... — suspiro mirando a su alrededor, eran los únicos en la cafetería.

Le dijo desde cuando México comenzó a gustarle, esa día de lluvia cuando tenía catorce años y su abrigo y cabello habían terminado empapados de agua, que tuvo que entrar a un súper mercado para refugiarse y México le había ayudado sin pronunciar palabra alguna, cuando comenzaron a pasar tiempo juntos y cuando rompió con Rusia, también le comento lo de Canadá y el beso que la había dado a México justo frente a él e incluso le platico sobre los panquecitos de fresa, aun que eso Perú no logro comprenderlo bien, seguía en shock por que a su amigo le gustase el salta muros, el mexicano, la persona con la suerte más pésima en el amor « Esto va a salir mal » se atrevió a pensar en ese momento.

El latino No iba a negar que no se emocionó cuando Perú le dijo que Canadá y México habían terminado ayer por la tarde, pero vamos, tampoco era un monstruo, no se iba a aprovechar de que México estaba dolido para llegar a su corazón, todo a su tiempo.

« Solo los tontos se apresuran » dijo una vez un hombre sabio.

Aun que la repentina ruptura de Canadá y México lo hizo cuestionarse

— ¿Crees que fue mi culpa?

— No lo fue, tu no tienes la culpa de nada, Tina — le dijo Perú en un susurró, para cuando Argentina se dio cuenta Perú estaba llorando y tenía la nariz congestionada de mocos, — Perdón, es que... Que....

— Joder, pendejo, no llores

— es que esto es muy triste — dijo haciendo berrinche aun entre lágrimas — tu lo amas y ni siquiera se da cuenta, no es justo.

— Nada es justo Perú, nada

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Mientras Perú lloraba y Argentina le consolaba Rusia veían con atención la escena, algo sonrojado por que parecía un acosador y bastante dolido por lo que había escuchando, lo único que lo reconfortaba era saber que Argentina si lo había amado y aun después de que dejo de hacerlo siguió pensando en su bienestar, ¿Acaso podía ser más malditamente adorable?  Claro que no, su chico era un amor de persona, quien diga lo contrario es un ciego e imbécil.

— Oye weon, estoy lleno ¿Lo quieres? — había dicho Chile mientras se acercaba a los dos amigos con un panquecito de fresa en manos, extendiéndoselo a Perú, el de pelo naranja (era mas rojo que naranja a decir verdad) se limpio los mocos en la camisa de Argentina, quien hizo una mueca por eso, y extendió ka mano para recibir el pan.

Entonces una mano golpeó la mano de el chileno y el panquecito que antes traían manos salió volando por los aires, peru miró con los ojos aguados a Argentina con evidente réplica en sus ojos, Chile algo desconcertado por la situación simplemente se encogió de hombros y miró expectante al argentino esperando a que diera una explicación.

— no me mires así, te salvado la vida — dijo a su favor.

Entonces los tres rieron, a excepción del ruso que sin se recuperaba del golpe que le dio el panque volador en la cara,  vaya suerte la suya.

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No tenia internet :(

Como Arruinar La Reputación De Tu Enemigo Sin Ser Descubierto En El Proceso [EdiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora