XII: Sing me to sleep

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Este capítulo en especial me hizo sufrir mucho al escribirlo en su momento y aún me hace sufrir mucho al releerlo y editarlo. Pero es curioso que cayera hoy en Día del Padre en mi país la fecha en que iría a publicarlo.
Hay algo que yo aprecio mucho y es el haber tenido una existencia tranquila en mi niñez con un padre que compartía conmigo más de lo que la mayoría de los padres con sus hijas. Este capítulo trata un poco de eso. Al final del capítulo hay una frase que le oí decir una vez a mi padre, y que condensa todo cuando admiré siempre y sigo admirando de él porque me dio una buena crianza y se preocupó por mi felicidad siempre.
Papá, muchas gracias por haber sido el mejor papá del mundo. Siempre seremos equipo y el que lleves ocho años sin estar en la Tierra, no significa que no estás en mi vida, porque de ella, nunca te has ido.

Espero disfruten este capítulo; esto es fuerte pero es necesario para concretar la historia.

Gracias siempre por leer.
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Eren se alejó rápidamente, con Matthew en brazos. Por un lado, en su mente infantil no podía procesar con rapidez la situación. ¿Su madre y ése hombre idéntico a él eran esposos y no su madre y Erwin Smith, el que él pensaba que era su padre? Era muy difícil de comprender, había cosas del mundo que él simplemente desconocía. Por otro lado era genial ser cargado por Eren Jeager, el chico al que todo el mundo se refería como "La esperanza de la humanidad". Eren había sido por largo tiempo, el único nexo que los humanos tenían con la posible destrucción de los titanes, curiosamente, siendo un titán. Para Matthew, el cambio de situación parecía brumoso y desolador pero al mismo tiempo, estaba conociendo el mundo de sus padres antes de él y eso lo emocionaba sobremanera.

Cuando Eren se acercó a Mikasa con el niño en brazos, ella abrió mucho los ojos, analizándolo, callada. Los ojos de acero de Matthew, idénticos a los de su tía, la examinaron meticulosamente y concluyó en su primer vistazo que le agradaba.

Mikasa alzó la mano y Matthew temió que le golpease, no sabía por qué, sólo sentía que tal vez le darían una reprimenda por llorar, como hacía su padre... No, como hacía el Comandante Smith el tiempo que se dijo ser su padre. Sintió que se le hinchaba el corazón de lágrimas y apretó los ojos esperando un golpe que jamás llegó. Mikasa le acarició suavemente el cabello y en silencio le ofreció un caramelo de una bandeja cercana a la mesa de los invitados sobre la plataforma. Mikasa lo distraía de lo que se desarrollaba al frente, esperaba que Levi no se hiciese demasiado daño. La sorprendió profundamente la reacción de Matthew a la cercanía.

- Este niño ha sido golpeado antes y no fue la teniente la que lo golpeó... Ése hijo de puta...

Bien, Mikasa era fuerte. Mikasa era muy fuerte. Y Mikasa se hizo el propósito, sin siquiera darse cuenta, de protegerlo a partir de entonces.

Recordó por un momento aquel día, con dieciocho años; el día que pensó que Eren Jaeger había muerto junto con todo el escuadrón 104.

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Se acercó a Armin que lloraba desconsolado y dijo, totalmente desconectada de sus sentimientos: "Armin – y tomó su mano – Respira profundo. No es momento de ser emocionales " – se levantó y se dirigió a Marco Bodt hablándole del gas en sus equipos de maniobras. Algunos lerdos, que en efecto, en la actualidad no eran más que parte de la tierra que ahora pisaban y de los cuales seguro ya no quedaba nada, comenzaron a lloriquear. "No podremos hacerlo", "No podríamos saltar el muro, ni aun teniéndote a ti, Mikasa, son demasiados titanes...". Los ojos fríos, muertos y desolados de Mikasa Ackerman los miraron y dijo con claridad: "Soy fuerte. Soy demasiado fuerte. Soy más fuerte que todos ustedes juntos" y luego la voz chillona de alguna estúpida mocosa que replicaba que no podrían hacerlo. Entonces Mikasa, exasperada, replicó: "Puedo matar a todos esos titanes, incluso haciéndolo yo sola", "No no puedes" – replicó la voz chillona y entonces Mikasa respondió: "Por supuesto que puedo, ustedes pueden quedarse aquí siendo unos cobardes y chupándose el dedo, vamos, hagan eso, si lucho, tal vez gane, pero si no lucho, moriré aquí". Intentaba infundirles interés por vivir, porque ella ya no lo tenía.

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