Día 6- Colores

371 38 33
                                    

Llevaban toda la mañana en aquella tienda departamental. Shoto solo se recargaba en el manubrio del carrito de compras, mientras miraba a su concentrada esposa, mirar unas láminas con muestras de color. A su lado, una jovencita no paraba de darles explicaciones sobre las marcas de pintura, y consejos sobre cuál sería la mejor. Su celular vibró, dándole un breve momento de distracción.

Bakugo

¿Creí que contratarían a alguien para la decoración?

Ese era mi plan. Pero Ochako prefiere hacer todo por su cuenta.

Bakugo

JAJAJAJAJA. Déjame adivinar, ¿quiere ahorrar dinero?

Si

Bakugo

Nunca podrás quitarle el hábito a Cara Redonda.

Lo sé...

Bakugo

Como sea. Debo irme. Y no olvides, Bastardo. Si necesitan ayuda, me llaman. No quiero que el cuarto de mi ahijado sea una mierda

Ni siquiera respondió, solo sonrió ante el último mensaje, antes de volver a guardar el móvil en el bolsillo. Apenas habían pasado dos semanas, desde que la menor le había dado una de las mejores noticias de su vida: estaba embarazada. Se había quedado como media hora petrificado, con los ojos algo llorosos, mientras la castaña corría de un lado a otro, en un mini ataque de pánico por la reacción de su marido. Un par de días después, no dudaron en comentárselo a sus amigos y familiares; por supuesto, Bakugo les exigió ser el padrino de la Cosa, una idea no tan descabellada, tomando en cuenta la amistad que los tres habían forjado con el paso de los años.

Toda esa semana, se la pasaron discutiendo sobre el cuarto del bebé; al principio, habían decidido tomar la idea de Todoroki, sobre contratar a un diseñador de interiores, pero conforme pasaban los días, Ochako comenzó a buscarle peros a la idea, hasta confesar que prefería que ellos decoraran el cuarto destinado a su hijo. -Será más significativo si lo hacemos nosotros, Shoto-kun -había soltado una noche, mientras estaban recostados en la cama, abrazados. -Podríamos crear más recuerdos juntos -sin embargo, la idea no convencía del todo al bicolor. Especialmente, porque ambos eran casi un desastre en tareas de esa índole. Él siendo el peor al respecto. No pudo evitar soltar un largo suspiro, sin notar como la castaña se acercaba a él, con varias papeletas.

- ¿Qué color crees que le quede mejor? -sin apartar la mirada, le puso las tiras casi en la cara. -Mina me había dicho que el color amarillo puede tomarse como neutro... pero ningún tono me convence.

-Este -señaló un color café, sin mucho ánimo. -No, ese no. Para los bebés, es mejor darles tonos pasteles -abogó la castaña. -Pero sería lindo que estuviera rodeado del color de tus ojos -soltó con una sonrisa, hundiendo el rostro en el cuello de su pareja, para poder dejar un beso en aquella zona. El carmín atacó el rostro de la mujer, apartándose con una risa ahogada, que terminó por sonar como el chillido de un puerquito. - ¡Shoto! -regañó apenada Ochako, alejándose un paso de su esposo, quien no dejaba de sonreír al ver al amor de su vida de esa forma. -Estoy hablando en serio con esto.

-Yo también -la mujer torció la boca, antes de robarle un beso a los labios de su amante. -No importa que tanto te gusten mis ojos, el café es un color muy oscuro para la habitación de un bebé -insistió, mostrándole la lengua de una forma un tanto infantil. - ¿Qué tal azul? -la castaña torció la boca, negando con la cabeza. -Ni siquiera sabemos aún si será niño o niña -murmuró con cierto pesar. Los ojos de Shoto se posaron en la pared llena de muestras de color, al tiempo que abrazaba por la cintura a su esposa, apegándola a su cuerpo. -Le hablaré a Bakugo para preguntarle su opinión.

- ¡Ni hablar!

- ¿Por qué?

-Porque te aseguro que saldrá con cosas extrañas como siempre. ¿O debo recordarte el nombre que sugirió? -es cierto, a veces, los gustos de su amigo eran algo... extraños, por decirlo de manera decente. -Además, no quiero pedir consejos. Quiero que todo lo decidamos los dos... a lo mucho preguntar a tu madre, a Fuyumi o a mamá, pero solo a ellas -acató la castaña, poniéndole los ojitos de cachorro. Odiaba que hiciera eso; siempre caía, y terminaba aceptando todo lo que ella pedía. -Bien, si eso quieres -soltó derrotado, besando la cabeza de su amada, quien solo sonrió victoriosa, antes de volver a concentrarse en los colores. - ¡Oh! ¿Y si usamos estos? -señaló un rosa, azul, amarillo y morado; todos, en una gama clara. El mayor se quedó viendo la paleta que su esposa había armado con entusiasmo, y lo único en lo que pudo pensar, fue en dulces. -Suena bien -soltó con una sonrisa.

Un beso en su mejilla, y la mujer salió corriendo hacia la señorita, para poder anotar los colores y hacer el pedido de las cubetas. Ahora solo faltaba ir por el material para pintar la habitación. - ¡Oh! Y algo de papel tapiz decorativo. Ya sabes, esas franjas con dibujitos -la castaña iba un poco delante de su marido, hablando y hablando, sin notar que el bicolor no ponía atención a lo que decía. Shoto solo se dedicaba a empujar el carrito con lo que podían llevarse sin problema en el auto, admirando embobado a su alegre esposa.






JAJAJAJAJAJA soy como Todoroki respecto a elegir colores y decoración ;;

También, si no se ubican en donde están... pues están en una especie de Home Depot; o Ikea e.e en esas tiendas gigantes en las que encuentras desde focos, hasta piscinas y bañeras y calentadores solares y cosas para el hogar y así.

Les dije que escribiría puras cosas cursis y lindas en toda la week... me es difícil ponerles temas tristes a estos dos ;;

Nos vemos mañana~

TodoChako Week19Donde viven las historias. Descúbrelo ahora