fin;

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Removió su cabello de lado a lado, sus ojos se sentían aun cansados, pateó a un lado su ropa sucia y se metió al baño al tiempo que soltaba un bostezo cansado.

—Oye, ¿quieres salir? —preguntó su compañero de cuarto, el cual acababa de llegar de correr, este lo miró un par de segundos antes de tomar su cepillo y pasta de dientes para luego negar.

—Nunca quieres salir— se quejó Mark, el cual lo miraba de manera desaprobatoria.

—No tengo ánimos, de cualquier modo tengo tarea por terminar

—Tú y tu tarea, deberías dedicarte mejor...

—No, Mark, no lo haré, mi madre no me mandó a estudiar a Estados Unidos para que abandone al primer buen empleo que me ofrecen.

—Ah realmente eres todo un caso.

—quizá a finales de semestre acepte una de tus salidas.

—Trato.

El chico castaño sonrió y después de ello se tiró en el sofá, casi durmiéndose de manera inmediata.

BamBam por su lado, continuó con sus labores, alistándose para ir a la escuela, mientras intentaba no quedarse dormido por el agotamiento que obtuvo de quedarse hasta noche haciendo tarea, añadiendo el cansancio de su empleo de medio tiempo, el cual compartía con Mark, aun no comprendía como había terminado trabajando como un modelo, mejor dicho, como había accedido a ello, aunque no se quejaba de ningún modo, la paga era realmente buena, y eso ayudaba en gran medida en sus gastos escolares, de ese modo no tendría por qué pedirle más dinero del que debía a su mamá. Ahora a sus veintiún años, tenía, al menos la edad indicada para buscar un empleo digno y ello había sido el golpe de suerte, al menos en el momento en que Mark le hizo la invitación.

Cinco años habían pasado, aun se preguntaba durante las noches acerca de JinYoung, cuestionándose si estaba vivo o muerto, el hubiera de cualquier situación en potencia, y cada que se sentía terriblemente mal iba con un especialista, le ayudaba en gran medida a sentirse mejor cuando sentía ansiedad respecto al tema, porque desde aquel día en que se tiró al lago y su hermana lo salvó, su estado mental podía llegar a ser un desastre. Su madre optó por tomar esas medidas, aunque era aún mal visto, y extraño que lo trataran, prefirió mil veces llevarlo a dejarlo de aquel modo por un tabú de la población, y ahora BamBam podía agradecerle por hacerlo. Llegó a Estados Unidos gracias a que convenció a su madre para que lo mandase a estudiar, ella aceptó después de mucho de insistir, la falta de dinero le hizo en primera instancia rentar la mitad del lugar dónde vivía y trayendo como consecuencia al castaño que estaba tirado en el sofá.

Aun el vacío a pesar de los años se sentía profundo e inmenso, quizá por ello seguía sin tener ganas de salir a divertirse, tal como su amigo lo hacía, no lo veía necesario, porque ya lo había intentado por mucho, quizá aún esta aferrado con la idea de volverlo a ver, o quizá su corazón solo le iba a pertenecer a él, no lo sabía, pero no tenía ánimos de saberlo.

Muchos pensaban que las razones por las que había decidido ir a USA era para cumplir aquel famoso sueño americano, pero si el respondiese con verdadera sinceridad, estarían dos palabras como respuesta ¿Por qué había ido ahí?

Park JinYoung.

Durante el tiempo que compartió con él, siempre se la pasaba hablando de lo maravilloso del lugar, de lo diferente que podía llegar a ser a comparación de otros países. Claro, lo era, pero eso no le importaba, solo quería estar en el lugar que su amado le hubiese gustado visitar.

Sus pies se movieron de manera inmediata al notar la hora, casi saliendo despavorido porque llegaría tarde. Para su buena suerte cuando llego a su primera clase aún no había llegado su profesor, así que de manera inmediata se sintió relajado.

ilje sidae; jinbamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora