Eran como zapato y chicle, pegados el uno al otro, mejores amigos, era la palabra que BamBam usaba para describirlo, aquel lago era testigo de su amistad, era como encontrar un nuevo mundo estando ahí, admirando como los rayos de luz se desaparecían y a su paso hacían lo que deseaban con el cielo, unas veces haciendo este arder en llamas, otras haciéndolo parecer como algodones de dulces, otras haciendo una salida ligera y desprevenida, y en ese lapso oír acerca de la vida de Park, él había sido escritor por un precioso año, así que le contaba historias de cómo había ayudado a su mentor en todo ese tiempo, como había descubierto que era su vocación, todas sus anécdotas se limitaban a él, casi no hablaba de su familia, sobre todo evitaba hablar de su hermano muerto, y BamBam deseaba tocar ese tema.
Otra vez, aquel bello atardecer, cayendo sobre ellos, ya era algo de todos los días, a pesar de que a veces era más difícil para el menor salir, su madre solía negarse, pero siempre lograba convencerla.
-Tengo algo que decirte.- dijo el mayor, perdido en el cielo.
-¿qué?
-Me han dado el fin de semana libre.- anunció con una ligera sonrisa.
-¿Eso qué significa?- preguntó mirándolo a los ojos, notando como se reflejaba el sol sobre estos.
-Que puedo salir libremente por las calles, por este fin de semana, sin usar uniforme, ni nada, sólo siendo yo ¿puedes creerlo?- una ligera sonrisa se apareció en sus labios.
-¿EN SERIO? ESO ES INCREÍBLE ¿QUÉ PLANEAS HACER?- Park lo miró directamente a los ojos, notando su emoción.
-No sé.- se encogió de hombros.- ¿Tienes planes para este fin de semana?
-¿Quieres desperdiciar tu tiempo libre en mí?- preguntó irónico, haciendo que Park solo le brindase una sonrisa.
-Eres mi único amigo aquí, así que... creo que no es una mala idea- admitió, BamBam sonrió más ampliamente.
-Perfecto, lo pasaremos genial, puedo mostrarte todo el pueblo, y en la noche, podremos ir a la feria.- anunció con una bella sonrisa y los ojos llenos de ilusión. Jinyoung asintió, dejando que el menor explotara de la emoción.
BamBam tuvo que irse primero, alegando que debía planear un itinerario para el día siguiente, Jinyoung lo dejo ir, aunque no quería.
-OYE.- le gritó antes de que el menor saltase por todos lados en dirección a su hogar, detuvo el paso en seco y lo miró.- cuídate.- le dijo dulcemente, haciendo que el menor asintiera de una manera dulce y segura.
-Te veo mañana, descansa, porque necesitarás toda tu energía, será increíble.
No pudo decirle, se sintió cobarde, tan cobarde, aun así una parte de sí no quería decirle, seguro esa sonrisa se hubiese desaparecido, aunque estaba seguro que en algún momento lo iba a tener que hablar con él, ese fin de semana libre no era sólo porque lo habían decidido, era porque seguramente los iban a mover a la guerra y esos serían sus últimos momentos para sentirse vivo y feliz, antes de adentrarse a una horrible masacre.
Regresó, sus compañeros como él sabían el destino que les deparaba, pero de todos modos ellos lucían tan felices, como si la noticia de la guerra también fuese buena.
-¿Tienes miedo?- fueron las palabras de su compañero de guerra.
Sí. Pensó, en cambió negó, su compañero japonés le dio unas palmadas en la espalda, tratando de animarlo, para después irse con los demás.
Unos pantalones caqui junto con una camisa azul, arremangada hasta los codos, algo sencillo, y lo único que tenía para usar, se miró cerca de unas veinte veces en el espejo, sintiéndose nervioso, abriendo y cerrando un botón de su camisa, decidiendo si verse más provocador o no, moviendo su cabello de lado a lado, se sintió estúpido arreglándose de más, pero simplemente no podía evitarlo. Quería lucir bien para BamBam, había algo que lo impulsaba a querer lucir bien para él.
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ilje sidae; jinbam
FanficSolo fue un amor que empezó y terminó en el momento menos indicado. Corea se encontró bajo el dominio japonés durante casi treinta y cinco años, durante casi toda la primera mitad del siglo XX hasta la rendición japonesa en la Segunda Guerra Mundial...