Estaba en clases, en lenguaje para ser más específica, odiaba esta materia, a decir verdad odiaba la escuela, odiaba esta escuela.
Pasó la hora de clases más lento de lo que imaginé, tocaron el timbre para retirarnos, era día viernes y volvería sola a casa.
Cuando me encontraba en la salida de la escuela, comenzó a sonar mi teléfono, lo saqué del pequeño bolsillo de mi mochila y contesté la llamada de mi madre.
- Alo -dije con el aparato electrónico en mi oído-.
- Hola hija -dijo mi madre por el otro lado del teléfono-.
- Hola mamá -dije mientras caminaba para llegar a la parada de autobuses-.
- ¿Saliste de clases? -preguntó-.
- Así es.
- Bien, nos vemos en casa entonces.
- De acuerdo -dije y colgó-. ¿En serio solo me llamó para decirme eso? -dije continuando mi camino-.
Tomé el autobús, el cual pasó un par de minutos luego de que llegara a la parada de autobuses. Me puse mis auriculares y escuché música durante todo el trayecto.
Llegué a mi casa luego de un aburrido trayecto en autobús, siempre era lo mismo. Entré a casa y apareció mi pequeño hermano de tan solo 7 años.
- ¡Noona! -dijo mientras corría hacia a mí, para luego abrazarme-.
- Hola Yejun -dije depositando un beso en su cabeza y rompí el abrazo para mirarlo-. ¿Cómo estuvo tu día en clases? -pregunté al menor-.
- Normal -dijo sonriendo-. ¿Tienes hambre? Mamá está preparando comida.
- ¿Mamá está aquí? -pregunté confundida-.
- Si, ven -tomó mi mano y me llevó a la cocina-. Mamá, Sunhye ya llegó -dijo una vez entramos a la cocina-.
- Sunhye -se acercó a mí y depositó un beso en mi frente-. ¿Cómo te fue hoy?
- Normal -miré a Yejun y el rió porque mi respuesta había sido la misma que me dió él hace unos minutos-.
- ¿Tienes hambre? La comida está lista -dijo sacando tres platos del mueble-.
- Estoy muriendo de hambre -dije exagerando-. Yejun, ¿Me ayudas a poner las cosas en la mesa?
El pequeño asintió, fuimos en busca de los utensilios, junto con los vasos y servilletas, y claramente no podía faltar algo para beber, así que abrí el refrigerador y saqué un jugo de piña, mi sabor de jugo favorito.
Después de poner cada cosa en su lugar, mamá sirvió la comida y comenzamos a saborear su delicioso plato.
- Me sorprende que estés aquí un día viernes, pensé que a Yejun lo iría a buscar la tía Yangmi -dije mientras comía-.
- Me dieron libre, así que pasé por Yejun y le dí libre a Yangmi también -dijo mi madre-.
- Ya veo.
Conversamos de lo que habíamos hecho hoy, Yejun se unió a la conversación, para tener tan sólo siete años, era bastante inteligente y maduro, pero claro, solo en algunas ocasiones.
Terminamos de comer y me ofrecí a lavar las cosas, pero mamá no me dejó, así que simplemente ayudé a retirar todo y ella lavó las cosas sucias.
Pasó un rato, mamá me pidió quedarme con Yejun, debía salir a quien sabe donde. Acepté cuidarlo, después de todo, era mi hermano y adoraba pasar tiempo con él.
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Todo por una Apuesta | Hwang Hyunjin.
Fanfiction¿En serio el chico popular de la escuela sería capaz de acostarse con una chica nueva, solo por una simple apuesta? Si, era capaz, aún cuando por premio le ponían el teléfono que tanto quería. Pero todo eso cambiaría al darse cuenta de sus sentimien...