32.

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Sunhye no lo pensó dos veces y salió corriendo detrás del chico.

- ¡Hyunjin! -gritó ella al verlo-.

El chico estaba apunto de subir al ascensor y se detuvo al oír la voz de la castaña. Ella corrió y cuando él se dió vuelta, la castaña lo abrazó fuertemente.

- Yo también te amo.

Cuando la castaña dijo eso, el chico rápidamente tomó su rostro y la besó, Sunhye no dudó en corresponder. Fue un beso lleno de amor, un beso sincero, en el cual Hyunjin demostraba todo lo que sentía por la castaña.

Hyunjin rompió el beso para poder recuperar el aire y hablar.

- Fue un maldito infierno el no poder tenerte cerca -dijo, mientras acariciaba las mejillas de la chica-.

- No sabes el dolor que me causaste.

- Lo lamento -dijo él, pero al ver que la castaña no decía nada, habló-. Sunhye... Tú... ¿Series capaz de darle una oportunidad a este idiota? -ella simplemente lo besó-.

- ¿Eso responde tu pregunta? -dijo la castaña al separar sus labios-.

- No ¿Podrías hacerlo nuevamente?

- Eres un tonto Hwang -sonrió ella-.

- Eres hermosa cuando sonríes... Eres hermosa de todas las formas posibles -dijo él mirándola-.

- Gracias -dijo Sunhye sonriendo, quería molestarlo-.

- Ven aquí -el chico simplemente la apegó a él y la besó-.

Con pasos torpes llegaron a la habitación de Sunhye, Hyunjin suavemente dejó a la castaña sobre la cama y se quitó la polera.

Ella acarició los brazos del chico y seguido de eso acarició su abdomen, él volvió a capturar los labios de la chica.

Luego de tantos besos y caricias, ambos quedaron finalmente desnudos. Hyunjin pasó su miembro por la parte íntima de la chica, quería molestarla un poco.

- Hyunj-jin -dijo ella, entre un jadeo-.

- Qué -susurró él, en el oído de la chica-.

- Házlo.

- ¿Qué cosa? -nuevamente susurró en su oído-.

- Tu sabes qué cosa.

- No, no lo sé.

Cansada de su juego, Sunhye simplemente dijo lo que el chico quería.

- ¡Métela ya Hwang!

- Será un placer señorita -dijo con una voz ronca-.

Hyunjin sonrió satisfecho por las palabras de la chica e hizo lo que ella pidió.

Las embestidas que daba Hyunjin comenzaron a subir de velocidad, el sudor se hacía presente y los gemidos de Sunhye eran música para los oídos de Hyunjin.

Sunhye agarraba las sábanas mientras gemía, él soltaba gemidos de igual manera, y en un movimiento rápido Sunhye quedó encima de él.

Se movió lentamente, Hyunjin tomó sus caderas y comenzó a moverla de arriba a abajo para profundizar las estocadas.

Estuvieron un rato así, hasta que finalmente Hyunjin tomó las riendas de la situación y dejó a la castaña por debajo de él.

Volvió a introducir su miembro en la zona de la chica, penetrándola nuevamente. Ella puso sus manos en la espalda del chico, dejando rasguños y marcas con sus uñas.

Todo por una Apuesta | Hwang Hyunjin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora