12.

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Sunhye abrió lentamente sus ojos y dirigió su vista a Hyunjin, sonrió un poco y a la vez cerró sus ojos nuevamente, mientras comenzaba a sentir que sus mejillas ardían poco a poco por el comentario del chico.

— ¿Sun? –oyó la voz del pelinegro–.

— Que –dijo con los ojos cerrados–.

— ¿No te tienes que ir ya? –preguntó él–.

— ¿Me estás echando? –abrió sus ojos y lo miró, los demás comenzaron a reír–.

— No, te estoy preguntando porque ya es tarde –rió también el pelinegro–.

— ¿Qué? ¿Tarde? ¿Y las chicas? ¿Cuánto dormí? ¿Qué hora es? –preguntó la castaña separándose del pecho de su amigo rubio y observando el lugar–.

— Sunhye tranquila –rió el rubio mientras la sujetaba de los hombros–.

— Si, es tarde, las chicas ya todas se fueron, dormiste 2 horas y son las... 11:38 de la noche –contestó Seungmin a todas las preguntas de la castaña–.

— ¿QUÉ? ¿11:38? –dijo la castaña un tanto exagerada–. Mis padres me matarán, sobre todo mi padre, uy no, estoy muerta –dijo mientras ponía sus manos en su cabeza–.

— Sun, relájate, iremos a dejarte si quieres –dijo el pelinegro–.

— Eso es... La peor idea que se te pudo haber ocurrido Changbin –hizo una breve pausa–. Sí mi padre vé que todos ustedes me van a dejar, me va a descuartizar.

— ¿Por qué? Si ahora somos tus amigos ¿No? –rió Minho–.

— Minho, ocho chicos, una chica, ahora dime ¿Tú qué pensarías si a tu hija la van a dejar nueve chicos a su casa?

— Oh –dijo entendiendo–. Si bueno, tiene sentido, sería algo muy raro –dijo Minho rascando su nuca–.

— Tengo que irme.

— Sunhye tranquila –dijo Chan nuevamente–. Yo hablé con tu padre.

— Que –dijo Minho–.

— Que –continuó Changbin–.

— Que –finalmente dijo Sunhye–.

— Que hablé con tu padre –rió el rubio–.

— Chan, querido amigo, ¿POR QUÉ NO DIJISTE ESO ANTES DE QUE ME COMENZARA A AUTOMATAR? –dijo Sunhye un tanto alterada–.

Todos comenzaron a reír al ver como Sunhye se abalanzó sobre su amigo rubio, mientras le daba unos suaves golpes en su estómago y en sus brazos mientras decía "te odio".

— No me odias, me amas. Es más, deberías amarme más ahora por hablar con tu padre –rió el chico–.

— Eres un estúpido –rió la chica–.

— Así me quieres –sonrió el rubio–.

— ¿Y bien? ¿Entonces que harán? –dijo Félix–.

— Supongo que tienen que ir a dejarme –rió la castaña–.

— ¿Por qué no te vas solita mejor? –dijo el pelinegro mientras reía–.

— ¿Quieres que te vaya a pegar también? –dijo la castaña amenazándolo–.

— No, gracias –rió Changbin–.

— Eso quería oír –rió–. Entonces, ¿Quién podrá ir a dejarme? –preguntó la castaña–.

— Yo creo que vamos todos, o sea, los demás igual tienen que ir a sus casas –dijo Changbin–.

— ¿No se van a quedar? –preguntó Sunhye–.

— No lo había pensando –rió el pelinegro–. ¿Quieren quedarse?

Todos asintieron, luego comenzaron a convencer a Sunhye de que también se quedara, pero ella insistía en irse, porque su padre la castigaría.

— Sunhye quédate –dijo Jisung mientras hacía un puchero–.

— ¡Está bien! Pero debo preguntar primero, si no me dejan, entonces no me quedaré –dijo la castaña–.

— Déjame hablar a mi –dijo Chan quitándole el celular a la castaña, quién había marcado el número de su padre–.

— No, dámelo –intentó quitarle el teléfono–.

— ¿Aló? –dijo Chan cuando le contestó el padre de Sunhye–. Tío WonSeok ¿Cómo está?

¿Chan? Estoy bien ¿Qué sucede? –dijo el mayor, a través del teléfono–.

— Bueno... Iré al grano –rió el rubio–. ¿Usted dejaría que Sunhye se quede en casa de Changbin hoy? –preguntó Chan–.

Mmhh... Es algo difícil ya que mañana tienen escuela, pero... ¿Quiénes se quedarán? ¿Están los padres de Changbin ahí? –preguntó el mayor–.

Solo me quedaré yo y Changbin, obviamente, los demás ya se fueron, los padres de Changbin si están. –mintió el rubio–. Y mañana iremos a la escuela igual.

Supongo que en ese caso, si puede quedarse, pero no hagan nada malo, es tarde y no creo que sean horas para que salgan a dejar a Sunhye, así que solo por hoy daré este permiso.

Bueno, no se preocupe, estaremos bien –sonrió el rubio–.

Está bien, dile a Sunhye que la quiero, buenas noches Chan –fue lo último que dijo y colgó–.

— Tu padre me ama también –dijo Chan una vez colgó el padre de Sunhye, quedando con el celular de la castaña, en la mano, mientras sonreía–.

— ¿En serio dijo que si? –el rubio asintió–. Vaya...

— Entonces, ¡Será una pijamada! –dijo Félix emocionado–.

— Pijamada para ustedes, si es que no quieren ir a la escuela mañana, pero yo iré, y tengo sueño, así que iré a dormir –dijo la castaña levantándose del sofá–.

— Duerme en mi habitación, nosotros nos arreglaremos para dormir en las demás habitaciones –dijo Changbin–.

— Bueno –sonrió la castaña–.

— Yo iré a dormir contigo –le dijo Chan a Sunhye–.

— Más te vale no molestarme en las pocas horas que dormiré –bufó la chica y Chan rió–.

— Buenas noches Sunhye –dijo Jeongin–.

— Buenas noches Innie, buenas noches Seungmin, buenas noches Minho, buenas noches Félix, buenas noches Changbin, buenas noches Jisung, buenas noches Hyunjin y buenas noches Chan.

— Buenas noches –dijeron todos–.

Sunhye se retiró de la sala y subió al segundo piso. Entró a la habitación de su amigo pelinegro en la cual dormiría y cerró la puerta al entrar. Buscó entre la ropa de su amigo, un pijama y encontró una camiseta con un pantalón de pijama el cual le quedó a la perfección.

Apagó la luz y se metió a la cama, la única luz que alumbraba la habitación, era la luz de la luna que entraba por la ventana de la habitación de su amigo pelinegro.

Tomó su celular y colocó la alarma para despertarse al día siguiente y poco a poco fue cayendo en el sueño nuevamente quedando profundamente dormida.

Ella realmente pensaba, que sus nuevos amigos eran unas increíbles personas y quería pasar más tiempo con ellos.
 
 

***
No lo hice tan largo porque los escribo de noche y ya tengo sueño :u

Perdón por no actualizar ayer, ni antes de ayer, llegaron visitas y no pude escribir.

Gracias por las dos mil leídas en la historia y los casi quinientos votos, estoy demasiado felix💙😔

No olviden votar y comentar, los amo muchitoooo🤧💙 Chaolin⚡

Todo por una Apuesta | Hwang Hyunjin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora