Todo por una Apuesta | Hwang Hyunjin.

30.

Los meses pasaron, hace 5 días se habían cumplido 3 meses desde que la madre de Sunhye había fallecido, y ahora se encontraba en el cementerio.

— Hola mamá –sonrió un poco–. Espero que estés bien junto con Yejun, hace 5 días se cumplieron 3 meses desde que te fuiste, y hoy se cumplen 3 meses desde que Yejun se fue –hizo una pausa–. Los extraño mucho... Si tan solo papá no hubiera hecho eso, nada de esto hubiera pasado y estaríamos siendo una familia feliz, como lo éramos antes –ahora los ojos de la castaña comenzaban a cristalizarse–. Solo venía a decirles lo mucho que los amo, que los extraño y la falta que me hacen... Ahora yo
... debo ir a trabajar, asi que vendré la próxima semana, los amo.

Sunhye lentamente dejo las rosas que había llevado a su madre y hermano. Sus lágrimas corrieron por su mejilla, se levantó, se sacudió un poco y caminó hacia afuera del cementerio en dirección a su trabajo.

Estos tres meses para Sunhye fueron un tanto difíciles en el sentido emocional, pues su hermano falleció cinco días después que había fallecido su madre, cosa que la puso muy mal.

No fue durante una semana y media a clases, por lo tanto, se atrasó en la escuela y tuvo que hacer todo lo que le había quedado pendiente. Durante esos días había conseguido un trabajo en una cafetería, y junto con eso, un departamento, el cual pagaba con el dinero que ganaba en su trabajo.

Cuando logró alquilar el departamento, fue a su antigua casa y traslado todas sus cosas, ropa, accesorios, cosas personales y Kkami.

Las cosas con sus amigos iban bien y con su novio también, pero con quien no iban las cosas bien, era con Chan, aún no podía dirigirle la palabra al rubio.

Hyunjin había sido un pilar fundamental en la vida de Sunhye, pues siempre estuvo presente para ella, ayudándola en todo y compartiendo con ella en sus momentos difíciles.

༄

Un día pasó, ahora Sunhye se encontraba en su departamento, durmiendo.

— Desearía dormir más.

Dijo al escuchar su alarma sonar, eran exactamente las 06:30 de la mañana. Con toda su energía se levantó y tomó una ducha. Luego de vestirse y arreglarse, salió en dirección a su escuela.

Su horario de clases transcurrió, ahora se estaba dirigiendo a la salida, pues se juntaría con su novio porque tendrían una cita.

Pero al llegar a la salida del establecimiento, vió algo que hizo que su sangre empezara a hervir.

— ¿Hyunjin? –dijo Sunhye–.

La pelirroja, quien se encontraba junto a Hyunjin, dejó de acariciar el rostro de este y volteó a ver a Sunhye.

— ¡Oh! Sunhye –rió Jiwon–.

— Sunhye no e... –el castaño fue interrumpido por Sunhye–.

— Olvídalo, te veo después –la castaña se giró lentamente–.

— Sunh... –ahora Hyunjin se vió interrumpido por la pelirroja–.

— Jinnie déjala ¿Por qué no le dices la verdad de una vez?

Tan solo esas palabras de Jiwon, hicieron que la castaña detuviera su paso.

— ¿Qué? ¿Qué verdad? –dijo Sunhye girando nuevamente, para ver a ambos–.

— Hyunjin ¿Tienes algo que decir? –preguntó la pelirroja–.

— No sé de qué verdad estás hablando Jiwon, adiós... Sunhye ven.

El castaño se apartó de Jiwon y caminó hasta Sunhye, la tomó del brazo y ella pidió que la soltara, pero él se negó y la pelirroja volvió a hablar, pero ahora más fuerte.