- ¡Dinos hoy y ahora como hiciste eso! -gritó Mista sacudiendo bruscamente los hombros de Giorno.
- ¿Decirles qué?
- ¡Co-Como hiciste eso! ¡L... Lo de Fugo! -gritó esta vez Narancia, aferrado a los hombros de Mista.
- Oh... eso -se cruzó de brazos y piernas con una sonrisa, de ese tipo que demuestran supremacía- Verán, tengo un hermano menor llamado Rikiel. Él normalmente sufre ataques de pánico y sus parpados se caen, lo mismo pasa con sus rodillas...
- Espera, espera, espeeera Giorno -interrumpió Mista-, tampoco nos cuentes tu vida, solo dinos tu técnica ya.
- A eso voy... -suspiró, y con las manos les indicó a ambos que se acercaran- Ustedes lo tratan muy mal, el pobre solo necesita un poco de amor y oxígeno.
- Amor... -susurró Narancia.
- ¡Hah! ¡Eso es tan fácil como levantarle la falda a una colegiala! -comentó Guido, como si fuese experto en ello.
Giovanna con el codo apoyado sobre la mesa sosteniendo su cabeza con la palma, indicó con la mano libre a una persona aproximarse. Era Fugo.
Al levantarse de su asiento, reposó sus brazos en los hombros de ambos mayores, acercándose al rostro de cada uno con un susurro.
- Intentenlo. Vayan y díganle algo lindo, háganlo sentirse querido.
Ambos asintieron entusiasmados e hicieron carrerita hasta donde se encontraba Fugo, el cual limpiaba las ventanas del salón con un rostro parecido al de un asesino serial.
Tras ver a los chiquillos acercarse, los miró de reojo sin decir nada.- Oye Panni~ ¿Tu mami es pastelera? Por que semejante bombón estan presenciando mis ojitos -cortejó el moreno apoyándose en la muralla, casí acorralandolo.
- ¡Cielos! ¿Es mi idea o a Dios se le están cayendo los ángeles? -dijo el de naranja realizando la misma coquetería que Mista, pero sin causar la misma impresión debido a su baja estatura.
- ¿Que diablos hacen...? -preguntó Pannacotta, igual de confundido que la mirada desconcertada de Giorno a la distancia.
Para salvar el día, el menor de todos tironeo de las orejas a los casanovas, llevándolos al otro lado de la habitación mientras sostenía una sonrisa avergonzada en los labios, como si con ella se disculpara por la payasada que ambos galanes acabaron de hacer.
- ¿Que están haciendo? ¡Dije "decirle cosas lindas", no arrojarle piropos de la nada!
- Solo haciamos lo que nos dijisteee... -se quejó el mayor mientras masajeaba su oreja.
Los lamentos de Mista cesaron de inmediato al escuchar una carcajada reprimida, todos se voltearon a ver a Fugo. Tenía ambas manos sobre la boca, aguantando como podía las ganas de reír. Al lograrlo, soltó una inaudible risita y se limpió los ojos.
- ¡Miren! ¡Fugo ya no tiene cara de pez Gota enojado, dió resultado Mista!
Rieron victoriosos y chocaron las palmas, mientras que un Fugo de buen humor salía de la habitación con un suave bermejo coloreando sus mejillas, misión cumplida.
- ¡Gracias por el consejo GioGio!
Gritaron al unísono los adolescentes. Giorno al verlos alejarse solo supo sonreír.
- ¡Ah, GioGio! Sigues aquí, que alivio.
Bucciarati apareció tras la puerta tan pronto Mista y Narancia abandonaron la zona de descanso.
- ¡Bucciii!
Giorno corrió hacia el umbral para abrazarlo. Bruno aún no se acostumbraba a su afecto, por lo que el carmesí en su rostro seguía siendo una respuesta recurrente en su ser.
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Caro ragazzo d'oro
Romance"Querido niño de oro." • BruGio / GioBru • AU; donde los personajes tienen vidas cotidianas y Abbacchio es un perrito, sí, un perrito. JoJo's Bizarre Adventure © Araki Hirohiko