Mierda, mierda, mierda y más mierda.
¿Por qué no puedo tener un día normal?
No pido nada del otro mundo.
Solo quiero a tiempo.
-¡Mamá!-le grito desde mi habitación.-¡no encuento mis vaqueros de la suerte!
Escucho sus pasos venir muy rápido hacia mi, abre la puerta muy alterada con la respiración entrecortada.
-¿¡Qué pasa, cariño!?
-No encuentro mis vaqueros favoritos.
-¡Yo te mato!-me sobresalto al escucharlo.-pensaba que te había pasado algo más importante.
-Llego tarde el primer día y no encuentro nada para ponerme, eso es estar en problemas.
-Pensaba que te pasaba algo grave por tu estado.
-Tu siempre con el tema tabú.-digo buscando por toda la ropa que hay en el suelo.-me moriré dentro de poco que más da cuando.
-¡Hope! Ya sabes que no me gusta que hables así.
-Afronta la realidad, yo ya lo he hecho.-miro por todo el suelo de mi habitación, un par de veces el reloj, cuando vuelva tengo que arreglar todo.-¡lo tengo!
Me termino de vestir, me peino lo mejor que puedo. Después de coger el desayuno de la cocina y de darle un beso a mi hermano pequeño me voy de casa cargando con mi mochila y mi pequeño respirador que llevo a todas partes.
Mientras camino hacia la parada del bus me quedo pensando en mi pequeño amigo con ruedas. Tengo el recuerdo de ponerle un nombre absurdo cuando era pequeña pero ahora no sabría decir cuál es.
Este pequeño aparato aparte de mantenerme con vida me ha acompañado a todas partes, ha vivido los momentos más importantes conmigo y por un par de años ha sido mi mejor amigo por muy triste que suene.
Cuando llego a la parada de bus un par de personas se me quedan mirando con lástima. En verdad ya estoy muy acostumbrada a que me miren con tristeza y sé perfectamente que piensan.
<Pobre chica, con lo joven que es.>
<Seguramente le quede muy poco tiempo.>
<El cáncer de pulmón tiene que ser jodido.>
¡Fibrosis quística!
Es lo que me apetecería chillar. Quiero que dejen de pensar en el corriente y aburrido cáncer de pulmón. Lo mío es más interesante, menos común.
Me enfado conmigo misma por tener esta estúpida conversación.
A veces pienso que se me va la cabeza y tardo un tiempo en encontrarla.
El transcurso hacia el nuevo instituto en verdad es corto, realmente vivo al lado pero por mi FQ no puedo hacer mucho ejercicio, una lástima
Es broma.
Me alegra no tener que sudar haciendo ejercicio duramente y sin nada de esfuerzo tener este cuerpo alucinante.
No es por fardar pero seguro que sin el respirador dejaría muertos a muchos chicos.
Eso de estar enferma los aleja bastante.
Cuando el bus llega salgo rápido, todo lo que mi cuerpo me permite y maldigo a todo lo que se mueve.
No hay nadie.
Si esto fuera una película del oeste ahora saldría la típica bola de paja volando lentamente ras de suelo.
Pasando por las puertas de mi nuevo infierno me acuerdo de la primera vez que vine hace unas dos semanas cuando todavía no había nadie y gracias a esa visita previa logro encontrar la sala de dirección.
-Perdona.-abro la puerta un poco tímida.-no se cuál es mi primera clase, soy nueva.
-Ya me acuerdo de ti Hope Green.-me sorprendo al escuchar eso.
Por cierto, odio cuando la gente dice mi apellido seguido de mi nombre.
¿Existe cosa más cutre que llamarse Esperanza Verde?
No se en que estarían pensando mis padres.
Hablo bastante bien el español ya que mi madre nació en Barcelona y ella desde bien pequeña me ha enseñado.
Luego se mudó a Estados Unidos por trabajo, se casó con un hombre de estatus social mediano dando a luz a dos hijos.
Conclusión: mi padre nos acabó abandonando, más adelante comentaré mi relación con ese que se dice llamar padre.
-Señor director, ¿te importaría acompañarme a mi primera clase?
Él me guía por varios pasillos haciendo que mi cabeza explote porque son todos idénticos, no sé cómo me las voy a apañar aquí.
-Esta es tu taquilla y este tu número del candado.- me señala las dos cosas y sigue su camino.
Apreto el paso para poder alcanzarle y no perderme.
-¿Puede ir más lento?-toso varias veces y él parece darse cuenta.
-Lo siento, vivo una vida muy movida y camino siempre como si llevase un petardo en el culo.-ese comentario me hace reír con ganas haciendo que me falte el aliento.
Parece ser que esto tampoco estará tan mal.
-Esta será tu primera clase, física con el profesor Smith.
-Fisica un lunes a primera hora, genial.-comento con sarcasmo.
-¿Prefieres que te presente yo o lo haces tu sola?-de verdad que me encanta mi director.
-No se preocupe señor director ya lo hago yo sola.
-Hope me puedes llamar Jones, todo el mundo lo hace.-él me sonríe y desaparece por el pasillo.
Ahora solo estamos la puerta, mi puño cerrado y mis nervios a flor de piel en una misión que consiste en no hacer el ridículo e intentar no dar tanta pena.
-Profesor Smith-le llamo para captar su atención, igual que la de todos los demás.-me llamo Hope, perdón por llegar tarde.
mRAQUELf
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SÓLO RESPIRA (Just breathe)
Teen FictionHope. Ese es mi nombre y para quien no lo sepa significa esperanza en inglés. Padezco una enfermedad que las personas no suelen conocer pero es frecuente en todo el mundo. La fibrosis quística me acompaña desde mi nacimiento, esta enfermedad es gené...