-Todo empezó por mi primera operación de corazón.-comienza mientras se toca el pecho.
Jack y yo nos miramos con intriga, él parece que ha decidido coger sitio para pasar el rato.
-Yo tenía unos veinte años y él trabajaba aquí.-hace una pausa para mirar a su alrededor.- en este mismo hospital.
-¿Te enamoraste de uno de tus doctores?-cruzo mis manos sobre mis rodillas.
-Él estaba en prácticas y me visitaba muy seguido. No paraba de convencerme para que me tomase unas pastillas, yo me negaba porque eran muchas las que ya tomaba y no quería más.-se para a beber un poco de agua.
-Me imagino que la medicina de tu época no es la misma que ahora.-ella niega con tristeza.
-Me detectaron un defecto en mi corazón que salió de forma repentina pero nunca supieron de que se trataba.
-Y, ¿ahora?
-Me estoy haciendo pruebas.
-No desvíes la historia, Jack. - le regaño, quiero saber cómo sigue.
-Bueno, él y yo estábamos en una pelea constante, los años fueron pasando y cada vez nos hacíamos más cercanos.
-Ya tengo ganas de conocerle.
-Al final, como cabezotas no quisimos admitir nuestro amor que los dos sabíamos que existía. Mantuvimos una relación fría, sin tan siquiera hablarnos.
-Que pena.-la observo triste mientras ella toca sus sábanas con la punta de los dedos.
-Hace un par de semanas me he enterado que se murió de un infarto de miocardio, como da vueltas la vida ¿verdad?
-Lo siento mucho, lo has tenido que pasar mal.
-Era el amor de mi vida y me negué a admitirlo.-ella niega con desespero.-ahora está muerto.
-Seguro que supiste reanudar tu vida cuando te separaste de él.-intenta animarle Jack.
-No, nunca llegué a enamorarme y llevo toda la vida sola.
-Ha tenido que ser horrible.
-No hay ni un solo día donde me arrepienta de no haberle dicho lo que sentía.-esta conversación está yendo muy lejos y no quiero que reviva malos momentos.
-Bueno, dejemos el pasado atrás y miremos para el futuro.-respondo con una amplia sonrisa.
-Claro, esperamos verla allí el viernes.-Jack me complementa y le entrega el papel que esta vez acepta.
-No dejéis escapar la oportunidad.-nos avisa mientras salimos de la habitación.
...
Después de repartir todas las papeletas volvemos a la habitación.
-Ha sido un día intenso.-mi amigo se sienta en el sillón de invitados mientras que yo me lanzo a la cama intentando respirar mejor.-¿todo bien?
-Perfecto.-respondo con un hilo de voz. Intento alargarme al respiradero que está conectado a mi cama.
-Creo que deberías descansar, espera que te ayudo. -se ofrece mientras se levanta para ayudarme con el aparato.
Jack domina el tema y conecta correctamente todos los cables antes de quitarme las vías del respirador portátil.
-Ya falta poco.-dice con la máscara ya en sus manos.
Levanta mi cabeza con suavidad dejando su mano en mi nuca que le ayuda a poner la correa correctamente.
Su mirada se queda fija en mí y su cara permanece cerca de la mía sin moverse ni un centímetro.
-No sé que hago que siempre acabas exhausta en esta cama.
Mis ojos no aguantan mucho más y enseguida se cierran.
...
-Ya era hora de despertarse.-escucho una voz a mis derecha nada más abrir los ojos.-te has echado una buena siesta.
-¿Cuánto he dormido?-consigo preguntar.
-Cerca de dos horas.-no me hace falta ver el reloj para saber que es tarde.
-Tu padre tiene que estar preocupado por ti, será mejor que te vayas.
-Ya he hablado con él, no te preocupes.-me sonríe de forma cariñosa.-además he prometido a tu madre que me quedaría un rato más.
-Espera un momento, ¿has hablado con mi madre?
-Y con tu hermano también, vinieron nada más dormirte y estuvimos hablando un rato.
-Miedo me da vuestros temas de conversación.-me tapo los ojos queriendo borrar todo lo que podría haber pasado.
-No han sido para tanto, tu hermano es muy simpático.
-Madre mía, no me puedo creer que eso haya pasado.
-Tenías un sueño muy profundo, no te has enterado de nada.
-Espero que mi madre no haya dicho nada inoportuno, no se controla.-me incorporo para quedarme sentada en la cama.
-No te preocupes.-me alarga un vaso de agua. A veces flipo con este chico, es capaz de leerme la mente.
-Gracias, me moría de sed.-él me sonríe tímido.-ya te puedes ir.
-Te acabas de levantar y ya me echas fuera, ¡qué mandona!
-Lo siento, solo es que me sabe mal que estés aquí.
-Estoy aquí por voluntad propia, nadie me apunta con una pistola.
-Jack, no entiendo como puedes ser simpático a veces e insoportable otras.
-¿Qué he hecho ahora?- parece ofendido.
-Haces demasiadas cosas por mí que no me merezco.
-No digas esas cosas, tu te mereces todo y más.-nuestras miradas se unen y es imposible separar la vista.
¿Por qué Jack me hace sentir extraña?
De golpe suena mi teléfono y él desvía la mirada hacia el objeto que destroza momentos geniales.
-¿Diga?-se escucha su voz un poco apagada.-¿Qué te pasa Luke?
Jack parece que presta más atención a mi conversación pero parece un poco molesto.
-¿No te puedes esperar a mañana?-mi amigo habla muy deprisa.-es tarde, será mejor que mañana me cuentes todas tus ideas.
Decido colgar de una vez cuando se despide un poco apenado. Lo entiendo, no tiene visitas y estar solo en esa habitación tiene que ser muy aburrido.
-Será mejor que me vaya.-comenta Jack agarrando su chaqueta.
-Hace un momento te querías quedar.
-Tienes razón, es tarde.-me da un beso lento en mi mejilla y sentir el calor de sus labios ha hecho que me ponga nerviosa.
-Adiós, Jack.
mRAQUELf
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SÓLO RESPIRA (Just breathe)
Teen FictionHope. Ese es mi nombre y para quien no lo sepa significa esperanza en inglés. Padezco una enfermedad que las personas no suelen conocer pero es frecuente en todo el mundo. La fibrosis quística me acompaña desde mi nacimiento, esta enfermedad es gené...