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-No te preocupes, eres nueva ¿verdad?-asiento entrando todo mi cuerpo dentro del aula.

Ya puedo notar todas las miradas de mis nuevos compañeros sobre mi respirador.

-Yo soy Joey Smith tu nuevo profesor de física y tu tutor.

Los susurros no cesan, al contrario, aumentan su volumen.

-¡Callaros!-grita haciendo que todos guarden silencio.-Hope preséntate delante de toda la clase.

¿Me lo está diciendo enserio?

No hay cosa más cliché y ridícula que eso.

-No creo que sea necesario, ya me siento detrás.-me muevo intentando escabullirme.

-Eres nueva tienes que darle a tus compañeros la oportunidad de conocerte.

Muy bien, tu lo has querido.

Agarro un poco de aire preparándome para soltar la bomba.

-Esta bien. Mi nombre es Hope y soy nueva en esta ciudad. Intentaré no dar un discurso como si estuviese en alcohólicos anónimos.-se escuchan varias risas.-lo más interesante que puedo decir de mi es mi FQ, para quien no lo sepa es una enfermedad respiratoria.

-Víctima.-escucho un comentario acompañado de varios ruidos para intentar disimularlo.

-Antes de que digáis nada me da bastante igual vuestra opinión y vuestros ánimos. Me quedan muy pocos años de vida y no pienso vivirlos aguantando a gillipollas como el chico guaperas de la sudadera roja.

No me corto ni un pelo y lo señalo con el índice como si lo estuviera acusando. Aunque en el fondo él ha hecho el comentario innecesario, lo he visto.

-Bueno creo que ya te puedes sentar.-me interrumpe mi profesor.

¿Ahora que venía la parte más buena?

Uno de los chicos del fondo se levanta y aplaude a cámara lenta en forma de admiración hacia mí. Tiene una sonrisa burlona en la cara y todos parecen que pasan de él.

-Señor James, ¿podría sentarse?

Sujeto mi mochila por el asa y como puedo me abro camino entre el mar de mesas para llegar a sentarme junto a mi nuevo admirador.

-¿Qué le pareció mi discurso señor James?-digo de la manera más formal posible.

-¡Ha sido increíble!. Nunca nadie le ha plantado cara a Jack, el chico más popular del instituto.-abro los ojos sorprendida.

Me giro para mirarle y veo que me está mirando fijamente así que decido levantar la mano y saludar.

-Eres increíble.-me susurra.

-Y él un imbécil.-veo que me sonríe con un brillo en los ojos.

-Creo que nos llevaremos bien. Me llamo Noah.

-Encantada, yo soy Hope.

...

La hora del almuerzo.

Como la odio.

-Hope, nos sentamos en esa mesa de allí.-me señala hacia una parte del fondo de la cafetería.

Nos movemos entre todas las personas que no me quitan ojo de encima e intento que no se me caiga nada porque entre la mochila que lleva mucho peso, el respirador que me mantiene con vida y la bandeja llena de comida me dificultan mucho la movilidad.

Noah y yo tenemos prácticamente una mesa para nosotros solos.

-Y bueno, ¿qué te parece esta mierda de instituto?-pregunta mientras se come una patata frita.-por cierto que sepas que hoy es el mejor día para comer en la cafetería. No te creas que la comida siempre es así de buena.

-Todavía no entiendo para que sirve estudiar latín.-saco mi gran dilema después de una larga conversación.

-Para suspender, básicamente.

-Cuanta razón.

-Perdonad, ¿está ocupada esta silla?-nos interrumpe una chica con una sonrisa de oreja a oreja.

Cuando negamos ella se sienta a nuestro lado y come en silencio sin decir ni una palabra.

-Nosotros somos Hope y Noah, ¿tu eres?

-Oh, me llamo Mad viene de Madeleine pero no me llaméis así, solo lo hace mi abuela.

-¿Eres nueva?-me atrevo a preguntar.

-¿Cómo lo has sabido?

-Intuiciones.

-Te puedes unir a nuestro grupo si quieres aunque te advierto que somos un poco pringados.-Noah se termina todo su plato y yo todavía no llevo ni la mitad.

-Entonces estoy en el sitio adecuado.

Empezamos a entablar una conversación menos forzada, cualquiera que nos viera diria que nos conocemos de toda la vida.

Mad es una chica muy simpática y ahora mismo mi mejor amiga más que nada porque no tiene con quien competir.

Nos hemos enterado que estudia en el mismo curso que nosotros pero que todavía no hemos compartido clase.

No me extraña, este instituto es enorme y no cabemos todos en una misma aula.

...

Desgraciadamente me encuentro en una clase que no comparto con ninguno de mis amigos. Me encuentro completamente sola en uno de los pupitres del fondo de la clase.

Reconozco a varias personas de clases anteriores pero ninguna se decide por sentarse a mi lado.

Antes de que el timbre sonara entra el guaperas de la sudadera roja, Jack.

Al llegar tan tarde solo queda un sitio libre y no es otro que el mío.

Jack se queda mirando varios momentos la clase para buscar algún sitio donde sentar su asqueroso culo.

-Creo que no hay más sitios, tendrás que soportarme durante toda la clase.- me atrevo a decir.

-Que suerte la mía.-dice de manera sarcástica.

-Te ha tocado la lotería, chaval.

-¿Por qué siempre te tienes que hacer la graciosa?

-¿Por qué siempre tienes que ser el chulito engreído que nadie soporta?

-Además de guaperas.-mis ojos se abren.-lo dijiste antes.

-Que no se te suba a la cabeza.

Muchas personas me juzgan al verme, se piensan que por no poder respirar de manera normal y tener que depender de la chatarra esa me convierte en una persona débil.

Yo tengo mucho temperamento y nunca me callo nada.

-Tomen asiento y elegirlo bien porque la persona que se encuentra a vuestro lado será vuestro compañero durante todo el curso.

-¿¡Qué!?-chillamos los dos sin creer lo que escuchamos.

¿Por qué este instituto es tan cliché?

mRAQUELf

SÓLO RESPIRA (Just breathe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora