Capítulo 19

1.7K 130 19
                                    

Después de aquella agradable cena, el menor de los Kaiba desapareció debido a una llamada "importante" que había recibido, cosa que el castaño aprovecho para tomar de la cintura al rubio y sentarlo en su regazo Enmedio del inmenso comedor

-Q....que haces Kaiba?

-Te lo advertí en la tarde recuerdas? Que no iba a quedarme sin mi noche de bodas

Ante tal aclaración el cachorro tragó en seco totalmente sonrojado sin esperar aquella mordida leve sobre su cuello descubierto haciéndole soltar un leve pero sonoro gemido al aire, Wheeler trato de cubrir su boca pero el CEO no lo iba a permitir

- Ni se te ocurra cachorro, deseo escuchar tu boca suplicando por más y pronunciando mi nombre

Que Kaiba susurra aquellas palabras de forma tan íntima y seductora en el oído del rubio lo hizo estremecer, su cuerpo comenzaba a ceder sin el consentimiento del menor, sentía como los brazos del CEO tenían apresados los suyos y como sus firmes manos comenzaban a explorar debajo de su camisa, el estremecimiento era tal que los gemidos en sus labios no tardaban en salir mostrando que tan hábil era el castaño para hacer que el rubio cayera a sus encantos

-Wheeler...recuerda que solo eres mío,  así que nada de fijarte en otros que no sea yo...o ese otro lo pagará

Wheeler se estremeció al escuchar aquello con el aliento caliente del CEO tan cerca de el, sentía cada fibra de su cuerpo enloquecer por aquellas caricias sin notar el hecho de que ya estaba semi desnudo sobre el regazo del castaño, lo único que lo cubría era su camisa larga de color blanco y unos boxers color negro, en cuanto sintió su entrepierna ser invadida por las firmes manos del castaño, el rubio soltó un gemido ahogado de placer, se sonrojo aún más al percatarse de Kaiba manteniendo la mirada fija en el, podía sentir su deseo hacia el cuerpo del menor e incluso como este se relamía los labios al ver los del contrario, el rubio tragó en seco sonrojado y por primera vez tomando algo de valor lo llamo por su nombre

-S...Seto

Al escuchar su nombre con algo de temor realmente hizo acalorar más su cuerpo al punto de tomar el rostro de Wheeler y besarlo de forma demandante mientras que sin tentarse el corazón arrancó la ropa interior del rubio haciéndola pedazos para de esa manera proceder a masturbar aquel miembro sin compasión, ante ello el rubio se arqueo comenzando a gemir con algo de fuerza mientras  seaferraba de los fornidos hombros del CEO de Kaiba Corp quien solo atinaba a devorar los labios del menor e introducir su lengua a la cavidad de este

En ese momento el líquido pre-seminal comenzó a brotar del rubio, detuvo el movimiento de su mano y con esta junto aquel líquido mientras que su mano libre ponía a Wheeler de frente contra la mesa levantando sus caderas, acercó aquel líquido a la entrada del rubio y sin compasión utilizo de inmediato tres dedos para ello haciendo gritar de dolor y placer al cachorro quien se estremecía y comenzaba a salivar por aquella sensación

-S....Seto .....d...duele

-es una queja cachorro? O significa que te gusta mucho...Joey?

Al escuchar su nombre tan cerca de su oído provocó que el estremecimiento fuese mayor logrando sucumbir aún más ante aquella tan brutal preparación para el rubio

-Bien Joey...ahora, comprobemos si este cachorro en celo, puede quedar preñado

Wheeler al ver esa sonrisa egocéntrica lo hizo sentir molesto pero a la vez sonrojado ya que de verdad el CEO parecía con intenciones de no dejarle mi descansar esa noche, sus pensamientos fueron abandonados en cuanto el enorme miembro del castaño entró de golpe a la pequeña y estrecha entrada del menor, logrando que este soltara un fuerte gemido de dolor y placer

Las embestidas eran lentas pero certeras, el rubio sujetaba sus manos al costoso mantel mientras pequeños hilos de saliva caían de sus labios su cuerpo ardía en deseos mientras sentía las brutales y lentas embestidas de su ahora esposo, deseaba más de aquel contacto y tan solo se le ocurrió llamar a su castaño

-Seto...m...más

Ante aquel llamado del rubio su miembro comenzó a palpitar, tomo con fuerza las caderas de este es introdujo todo de golpe logrando que el menor se arqueada por ello, las embestidas eran más y más violentas pero aún así parecía tener cuidado de no lastimar al rubio, ver aquel sometimiento, esa súplica tan dócil y notar como decía su nombre con total amor y devoción lo hizo correrse en gran cantidad dentro del cachorro quien como pago logro darle un gemido de placer tan fuerte que aseguraba sus vecinos y cercanos hubiesen escuchado todo, levantó la vista y noto como aquel mantel tan fino y costoso ahora tenía sobre el no solo a su cachorro bañado en un perlado sudor dándole una vista más que hermosa sino tenía la esencia del rubio sobre este, tomo al cachorro entre sus brazos y lo subió a su habitación para recostarlo, a pesar de ser su casa no podía darle tal imagen al pequeño Mokuba de ver a su cachorro desnudo y con olor a sexo en la mañana por lo cual no tardó en limpiarlo todo, pero lo que no sabía el CEO, es que el menor de los Kaiba no se encontraba allí ...

El Adios Donde viven las historias. Descúbrelo ahora