Capítulo 57

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Tanto Seto y Mokuba entraron a ver al rubio quien parecía preocupado en verdad viendo un par de zapatitos color blanco que había comprado para su bebé, ambos hermanos recordaron de inmediato la cara de preocupación de su propia madre antes de que se fuese de viaje con su padre y jamás volver , aquello les hizo agradecer el maravilloso ser humano que tenían frente a ellos y que sin duda, el menor de los Kaiba, aseguraba que sus padres se lo habían mandado a ambos para que fuesen una familia de nuevo

El rubio miraba atento aquellos zapatitos no solo con ternura y felicidad sino con temor, no sabía cómo actuar al por fin conocer a su pequeño, saber si estaba bien, esperar que sea tan lindo cómo se imagina, sobre todo un gran temor lo acogía, se preguntaba si el bebé lo amaría o si acaso lo iba a desconocer, tanto era su miedo que comenzó a temblar pero un pequeño balbuceo lo hizo parar esas lágrimas que amenazaban con salir, volteo lo más rápido que pudo y frente a él estaban su esposo, su cuñado y un muy pequeño bebé quien extendía sus pequeñas manitas, parecía estar llamándolo, como si deseara estar entre sus brazos, ante esa necesidad de su hijo, el rubio no hizo más que derramar lágrimas de alivio al ver que su bebé realmente deseaba conocerlo y por lo cual no tardó en sonreírle mientras lo tomaba entre sus brazos apegandolo a su pecho

-Hola Seth, yo soy tu mami..y me alegra...verte tan bien

Lo comenzó a llenar de dulces besos en su pequeño rostro sin poder evitar llenarlo un poco de lágrimas, esa enorme angustia que sentía y de la cual nadie le había comentado por fin desaparecía al tener a ese pequeño rubio entre sus brazos, ambos hermanos sonrieron con dulzura ante la imagen frente a ellos por lo cual Mokuba no tardó en tomarles una foto en cuanto el castaño se sentó junto a su rubio acariciando con delicadeza la mejilla de su bebé

-Esta foto, merece estar en gran tamaño y...Enmedio de la sala para que todo el que entre conozca a mi familia y el amor que se tienen

Ante aquel comentario, Joey no hizo más que sonreír para enseguida alimentar a su pequeño, pero un temblor hizo que el bebé comenzará a llorar, por reflejo Mokuba corrió a abrazar al rubio y el castaño los protegió a todos entre sus brazos, a pesar de ser un leve temblor, pudieron notar como las lámparas del cuarto se habían movido un poco y la pared estaba ligeramente agrietada, ambos hermanos se pusieron de acuerdo y mientras Mokuba cuidaba de Joey, el CEO saldría a ver qué había sucedido, sin embargo, el castaño no se había percatado que el epicentro de aquel movimiento había sido los laboratorios subterráneos de Kaiba Corp, mientras los cientificos estabilizaran de nuevo  sus sistemas, Wheeler se había quedado realmente pálido, debido a que esa sacudida, le hizo ver en su mente de nuevo aquellos sueños en donde toda la ciudad estallaba en mil pedazos pero con la excepcion, de que en esta ocasión, podía ver a un castaño en la carretera a las afueras de la ciudad llorando mientras forcejeaba contra un par de policías frente a una gran hoguera con edificios caídos avivando las llamas

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