-- ¿Y para qué hablaría con él?--cuestionó el alemán
-- Para que te desahogues sobre todos tus problemas --dijó el de ushanka--créeme, es muy bueno escuchando
-- No lo sé... ni siquiera lo conozco bien --
-- No te obligaré a hacer algo que no quieres, solo te sugiero qué si necesitas a alguien con quien hablar, estará México como opción --dicho esto, el de climas fríos se retiró, dejando al alemán en la sala, junto con todos los latinos.
Aquel tricolor la tenía difícil, pues era o platicar las penas que siempre ha guardado a un desconocido, o seguir ahogandolas mientras toma alcohol.
-- No pierdo nada si lo intento... --pensó Alemania y fué acercándose a paso lento hacia México.
Aunque todavía guardaba una considerable distancia, se podía distinguir que era lo que el mexicano hablaba con la nipón, charlando tan alegres.
El de colores negro, rojo y amarillo esperó pacientemente a que Japón se alejara de México para poder hablar con él.
-- Hola México --habló tímido Alemania
-- Oh, ¡Hola Alemania! ¿Qué se te ofrece? --
-- Emmm, ¿podemos reunirnos hoy? --
-- Claro, ¿para? --
-- Necesito a alguien para desahogarme... --susurró tímido
-- Si es para eso, ¡a huevo que sí! Es más, vámonos de una vez --tomó el brazo de Alemania y salió corriendo.
Técnicamente, México estaba arrastrando a Alemania, pues este tenía el paso lento e inseguro, mientras que el mexicano se sentía alegre de que el aleman lo escogiera a él para hablar sobre sus penas.
Llegaron a una cafetería en Nueva York, ya que la reunión era en Estados Unidos.
Al entrar, un ambiente cálido junto con un olor cautivador llamó la atención de el aleman.
-- ¿Qué hacemos aquí? --
-- Vamos a hablar, ¿no? --
-- Pues sí pero... olvidé cambiar mi dinero por dólares --confesó apenado
-- No te preocupes wey, yo te lo pago --
-- G-gracias...--
Al llegar la camarera, el aleman solo pidió un café, a lo cuál México frunció el seño; México ordenó por los dos (sin que Alemania se diera cuenta) dos piezas de pastel de chocolate y para él, un café dulce.
-- ¿En serio se comerá todo eso? --pensó el aleman sorprendido una vez llegaron los pedidos.
-- Toma --al fin el tricolor con emblema de águila rompió el silencio deslizando un plato de cerámica con un generoso pedazo de pastel, donde venía incrustado un tenedor.
-- Yo no pedí esto --
-- Tú no, pero yo sí --
-- ¿Porqué? --
-- No preguntes, solo gózalo --dijó, guiñó el ojo y empezó a comer su pedazo de pastel.
Alemania asintió tímidamente y se dispusó a comer su pieza de pastel, mientras su mirada se concentraba en la gente y en su entorno.
Sus pensamientos se enfocaban en si era una buena idea contarle sus penas a el tricolor así como le había dicho el ruso, hasta que un grito (o mas bien, quejido de dolor) logró sacarlo de sus pensamientos.-- ¡Puta madre! --gritó el mexicano tratando de no alterarse.
¿Y cómo no hacerlo? Su café recién hecho y, se podría decir hirviendo, le había caído en su pantalón, quemándolo al instante.
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21 Formas De Enamorarse De México
FanfictionEl amor se presenta de diferentes formas, ¿quieres ver 21 de ellas? Este fanfic está relacionado con "¡Todos a por él!" (Este libro es el primero en la Bilogía) Portada hecha por @Eliza318 y @Collette_61. #1 en "AleMéx" el 25/07/2021 #1 en "ChinaMéx...